Cruces Sobre El Agua
Enviado por hakward • 8 de Septiembre de 2011 • 893 Palabras (4 Páginas) • 1.693 Visitas
"Las cruces sobre el agua" es definida certeramente por el ilustre escritor y ensayista ecuatoriano Adrián Carrasco en estos términos:
"Novela total y completa, que biografía a un pueblo; documento socio-político excepcional, que plantea nuevos conceptos de nacionalidad, cultura e historia ecuatoriana. Novela y documento que toma al pueblo como verdadero protagonista; que propone una visión alternativa a la ambivalencia realidad/ficción que sostiene la cultura oficial; que rescata y pondera el idioma popular, el hablar de la gente, en contraposición al español académico y normalizado, al que enriquece; que siembra en la memoria colectiva la figura de líderes políticos e intelectuales como Eloy Alfaro, Concha, Montalvo, etc; que critica, sin contemplaciones, la debilidad del propio pueblo en su organización y dirección; que expresa el primer rechazo social a la impunidad de la violencia del Estado."
Hoy vamos a hablar de otro clásico de la literatura ecuatoriana, uno de esos libros ante los que me tengo que enfrentar con respeto. Y no es fácil. Puedo criticar sin miedo una novela de un autor poco conocido o una obra menor de uno de los grandes pero, ¿qué pasa si manifiesto públicamente que no me gusta el Quijote (es sólo un ejemplo, siento devoción por el Quijote)? ¿Cómo quedo si no soy capaz de admirar las excelencias de una creación reconocida en el mundo entero? Tengo que recordar que este blog no es en absoluto académico, que en él me limito a volcar mis impresiones personales, lo que hace mis críticas completamente subjetivas.
En resumen, hoy comentaré “Las cruces sobre el agua”, de Joaquín Gallegos Lara, y que sea lo que dios quiera.
Esta novela se ambienta en la ciudad de Guayaquil a principios del siglo XX. El protagonista es Alfredo Baldeón, el hijo de un humilde panadero, quien desde joven muestra un carácter rebelde. Seguimos su trayectoria desde que, con quince años, participó en la revolución conchista en Esmeraldas del lado de los sublevados, hasta que, en el año 1922, fue uno de los cabecillas de las huelgas de su ciudad natal. A través de él vamos conociendo a una serie de personajes que forman parte del crisol en el que sobrevivía la sociedad guayaquileña y ecuatoriana de su tiempo.
Sé perfectamente que con el resumen que acabo de presentar no es sencillo hacerse una idea acerca de la trama del libro, pero es que la misma narración se presta a engaños. Los primeros capítulos parecen los propios de una clásica novela de aprendizaje. Tenemos a un personaje al que conoceremos desde su infancia y al que veremos madurar paso a paso. Pero luego, inesperadamente, se nos presenta otro personaje, Alfonso, un amigo de Alfredo, quien, durante un buen puñado de escenas, asume el protagonismo de la obra. Vemos la difícil situación de su familia, la rama pobre de una rica familia costera. Vemos su lucha por progresar
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