Cuaderno de Lenguaje y Comunicación II
Enviado por Francesc Joshua Moncada Vasquez • 12 de Julio de 2017 • Apuntes • 55.811 Palabras (224 Páginas) • 249 Visitas
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PROGRAMA DE ESTUDIOS GENERALES
H U M A N I D A D E S
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Cuaderno de
Lenguaje
y
Comunicación II
Coordinador responsable:
Fernando Iriarte
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2016-1
Este material de apoyo académico se reproduce para uso exclusivo de los alumnos de la Universidad de Lima y en
concordancia con lo dispuesto por la legislación sobre los derechos de autor: Decreto Legislativo 822.
Índice
Lecturas y actividades | Pág. |
Introducción a la lectura y redacción académicas | |
| 3 |
| 13 |
| 20 |
| 23 |
| 26 |
| 29 |
| 48 |
| 55 |
| 64 |
Actividades de la Unidad I | 67 |
Actividades de la Unidad II | 103 |
Actividades de la Unidad III | 137 |
INTRODUCCIÓN A LA LECTURA Y REDACCIÓN ACADÉMICAS
- Leer tras las líneas
Daniel Cassany
En Tras las líneas: Sobre la lectura contemporánea
Anagrama: Barcelona, 2006
Lo que nosotros entendemos por crítica es el esfuerzo intelectual, y en definitiva práctico, por no aceptar sin reflexión y por simple hábito las ideas, los modos de actuar y las relaciones sociales dominantes; [...] por investigar los fundamentos de las cosas, en una palabra: por conocerlas de manera efectivamente real.
MAX HORKHEIMER, 1974
El poder no está, por tanto, al margen del discurso. El poder no es ni fuente ni origen del discurso. El poder es algo que opera a través del discurso.
MICHEL FOUCAULT, 1975
(en Foucault 1999: 58)
DEMOCRACIA Y DISCURSOS
Todos tenemos más responsabilidad con la democracia. Hay que elegir representantes políticos, votar en referéndums, defender nuestra opinión en los debates, manifestar nuestros puntos de vista. Si no participas, los otros eligen por ti. La libertad de expresión constituye un derecho fundamental de este sistema. Estamos en democracia porque aceptamos que quienquiera diga lo que quiera, aunque sea infundado. ¿Habría libertad de expresión si alguien no pudiera expresar su punto de vista?, ¿si no pudiera discutir el genocidio nazi?, ¿si un científico no pudiera discrepar de cualquier teoría?, ¿si no pudiera negar la existencia de un retrovirus que provoca el sida? Si no aceptamos el derecho a expresar cualquier idea, ¿cómo podremos distinguirnos nosotros mismos de los represores?
Para combatir estas mentiras, las imprecisiones o las opiniones contrarias, confiamos en nuestra capacidad de descubrir el engaño. La democracia se basa también en la capacidad de comprender, en habilidades de lectura, comprensión y reflexión de los ciudadanos. Al leer estos discursos, nos damos cuenta de las opiniones discriminatorias que formulan:
(1) Estoy en contra de la igualdad de la mujer. Votaré en contra del aborto. No acepto el matrimonio homosexual. Los inmigrantes no son iguales a nosotros.
El problema es que los discursos no siempre son tan transparentes. ¿Qué ocurre con afirmaciones más sutiles y maquiavélicas, como estas?:
(2) Es lo más natural que la mujer cuide de sus hijos, puesto que los parió. Estoy a favor de la vida y no de la muerte. La homosexualidad no es normal. España para los españoles.
Sin duda pueden confundirnos. Pueden arrastrarnos las connotaciones tendenciosas de palabras como natural, vida o normal. ¿Quizá nos cautive la relación parir / cuidar?, ¿o el juego España—españoles? Así, muchos lectores pueden sonreír y aceptar estas afirmaciones, y pasar por alto que discriminan a muchos seres humanos que tienen los mismos derechos que el resto. Lo demuestra el hecho de que persistan todavía grupos machistas, antiabortistas, homofóbicos o xenófobos, pese a los indiscutibles avances en prosperidad, libertad, igualdad y solidaridad para todos que aportan las leyes que sustentan las opiniones contrarias.
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