Cuento De Mil Colores

La Tetera y las seis tacitas

Había una vez un conjunto de seis tacitas que vivían en una repisa muy pobre, dentro de una casita de barro más pobre aún. Sobre la cocinilla de leña muy ennegrecida debido al uso que había tenido por años y años.

Un día, una de las tacitas le dijo a las demás:

-Vamos a visitar a la señora Tetera, digámosle que prepare un rico té, para darles una sorpresa a los habitantes de la casa de barro.

Así, las tacitas se lavaron muy bien y quedaron muy blanquitas partieron hacia donde se encontraba la vieja tetera. Pero una de las tacitas se quedó en la repisa. Las otras, al darse cuenta que faltaba una la comenzaron a llamar:

-Ven, baja luego de ahí, nosotras ya estamos listas para partir.

Pero vieron que la tacita lloraba amargamente y decía entre sollozos:

-No podré ir, estoy muy fea, me falta una orejita, por más que me lave, igual quedaré fea.

-Vamos, -le decían las otras, -no importa, igual sirves para que te llenen de té y disfrutemos todas.

Después de mucho rogarla, ella decidió bajar.

Cuando llegaron donde estaba la tetera, ésta las miró muy extrañada y les dijo:

-¿Qué vienen a hacer aquí?

-Queremos que tú nos llenes con un rico té y así le demos una gran sorpresa a la familia que vive en esta casita.

-No puedo hacer eso, amigas mías. Yo sólo puedo hacer hervir el agua, pero el té ¿de dónde lo sacaremos? La familia de esta casa es muy pobre, sólo ocupa hierbas que recoge del campo.

Las tacitas se pusieron muy tristes, pero aquella que no tenía orejita dijo:

-Yo me ofrezco para ir al pueblo y pedirle a alguien de buen corazón que nos regale una bolsita de té.

Así partió por un camino largo y angosto, bajó el cerro, cruzó un río y llegó al pueblo.

Al pasar frente a un almacén vio a un niño que compraba alimentos para llevar a su casa.

La tacita esperó tranquilamente que el niño saliera para acercarse a él: -¿Amigo, qué llevas en ese canasto?-. El niño respondió: -muchas cosas, llevo pan, mantequilla, leche y bolsitas de té porque voy a celebrar mi cumpleaños con mi9s amigos de la escuela.

-Niño, ¿tú podrías regalarme solamente una bolsita de té? Si lo haces, llevarás la felicidad una pobre familia, a una vieja tetera, a cinco tacitas bonitas y a una tacita triste porque no tiene orejita.

El niño extrañado por lo que la tacita le pedía, le contestó:

-Acaso ¿tú eres la tacita triste porque no tiene orejita?

-Sí, -dijo ella casi con vergüenza.

-No te preocupes, yo te regalaré la bolsita y además te pegaré una orejita que tengo guardada en mi cofre de los recuerdos.

Así lo hizo y la tacita regresó muy contenta a la casita de barro.

Cuando la tetera y sus amigos vieron llegar a la tacita, tan bonita y además trayendo la bolsa de té, comenzaron a gritar:

-¡Qué alegría, lo has conseguido! ¡Nosotras sabíamos que tú, a pesar de faltarte tu orejita, eras la más competente y la más valiente!

Las tacitas, todas juntas, fueron a buscar agua, la pusieron dentro de la tetera, prendieron la leña y prepararon la mesa. En la tarde cuando la familia regresó con hambre y frío, encontraron sobre la mesa seis hermosas tacitas llenas de té y una tetera calientita echando humo e invitándolos a disfrutar de este lindo encuentro.

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Escucha y marca con una cruz la respuesta correcta:

¿Cuántas tacitas aparecen en el cuento?

tres

cuatro

seis

una

...