Cuento Desafortunado

Como era de costumbre cada día de cada semana era una rutina que se debía tomar, donde las decisiones era para dárselas a la vida, donde uno encontraba alguna piedra en el camino y se tenia que pasar la piedra echarla un lado y seguir sonriendo, pero bueno esto no es cuento; un día como todos caía la lluvia por el vidrio donde uno se asomaba y el vidrio se empaña y uno hace dibujitos sabiendo que en pocos minutos se borrara, esa tarde fría y la noche oscura se hacen participes de que después que llueve las flores están mas lindas y como dicen las abuelitas todo queda fresco en la mañana.

No me encontraba en Bogotá, ni mucho menos en mi casa, sino en la mejor de la casas, esas donde uno no se quiere ir, donde uno quisiera tener el poder de parar el tiempo y congelar los minutos para quedarse siempre, bueno en fin es que uno no se quiere separa de la abuela o por ejemplo yo, ella ha a sido como mi mejor amiga con arruguitas y con mas experiencia que me ha divertido con sus grandes historias donde cada arruga es un cuento de sus épocas, como lo fue lo de tener su primer novio, donde ella cuenta que trabaja todo los días trabajaba en la finca ayudándole a sus padres, donde pues ella un día vio a un muchacho y pues ellos lejos de la finca hablaron y el muchacho le dijo que si quería ser su novia, ella no daba la respuesta inmediatamente sino que dijo que lo pensaría y hablo con su madre aquella noche y su respuesta de madre es pregunte a su papa, ellos le dijeron que si , al otro día el muchacho volvió y mi abuelita le dijo que si y eso fue todo, las visitas del novio eran cada sábado donde se reunían en la sala ella y el muchacho pero en medio de ellos un hermano de ella , no se podían tocar ni nada a lo que se ve hoy en día, ella dice que se hablaban del trabajo , además las visitas de 4 a 6 cuando se acaba el tiempo le gritaban ya no mas bueno adiós al muchacho para adentro, en fin así era cada sábado para ella pero lo mas curioso de esto es que si en 6 meses ella no se arrepentía o como ella dice no lo echaba pues a los seis meses se tenían que casar con tan mala fortuna

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