Cuento OMI LA SUPER CERDITA.

Había una vez una puerquita llamada Yomi que le gustaba mucho bailar y jugar con sus amigos la paloma Lola, el gato Torombolo y el perro Tabo, ellos se divertían tanto, disfrutaban de sus aventuras todo el tiempo. Un día los amigos decidieron ir a explorar a otros lados más lejos que de su casa, una aventura más extrema, una en la que pudieran divertirse más, así que emprendieron el viaje. Primero fueron a Brisas, este era un lugar lleno de árboles, vegetación sobre todo flores y un aire con una pequeña sensación de brisa de ahí el nombre del lugar, pero como no cumplía con su expectativa siguieron caminando y caminando hasta llegar a un lugar muy raro, un lugar con un ambiente muy tranquilo pero tenebroso, se llamaba la cabaña del tiempo. Yomi y sus amigos decidieron entrar a la aventura y explorar todo el lugar, caminaban y mientras más profundo se adentraban  descubrían que no tenía nada de peligroso al contrario todo les parecía hermoso seguían caminando y mientras más caminaban, más les gustaba el lugar, hasta que de pronto vieron un resplandor particular así que decidieron acercarse a eso que tenía una luz especial, de pronto descubrieron que era una hermosa flor.

Entonces al estar contemplando a la flor y a poca distancia, Yomi dijo “yo me la quiero comer”, entonces sus amigos comenzaron a decirle “Si Yomi cómetela”, “Cómetela Yomi”. Ella decidida a lo que quería hacer, tomo la flor con sus manos y se la comió, sus amigos ansiosos como ella estaban esperando a que pasara algo; como no pasaba nada Yomi y sus amigos tomaron la decisión de irse a sus casas.

Llego la noche y Yomi empezó a sentirse mal, muy rara como diferente, así que bajo a tomar un poco de agua, y se fue a dormir.

Al día siguiente se despertó totalmente diferente con mucha fuerza y energía al 200%, al sentirse de esta manera Yomi corrió a contarles a sus amigos se puso su ropa y tratando de bajar las escaleras, sintió que no pisaba el suelo, entonces bajo la mirada, cuando ¡oh sorpresa! Estaba volando, ¡Wow! No podía creer lo que estaba pasando, trato de bajar y ver donde estaba el teléfono, ella necesitaba contarles a sus amigos lo que ocurría, cuando quería marcarle al gato Torombolo, Yomi comenzó a romper las teclas con solo apretarlas; ¿Súper fuerza?, ella se preguntó no, no puede ser, puedo volar y ahora súper fuerza.

Yomi simplemente no creía lo que pasaba, entonces emocionada, frustrada, con mucho miedo y todas las emociones encontradas, decidió ir tranquila con sus amigos a contarles. Llego con ellos y les demostró lo que estaba pasando con ella, al ver dichas acciones sus amigos corrieron de la impresión no sabían que hacer.

Yomi muy triste y enojada decide irse sola a comer su garbanzo de todos los días, cuando de pronto Yomi ve que sus amigos se dirigen hacia ella, ellos iban a comer con Yomi y pedirle perdón de lo ocurrido.

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