Cuento Representacion A Santander

EL SUCESO QUE INSPIRO A NUESTRO LIBERTADOR

Erase el 2 de abril de 1792 nació en Villa del Rosario Francisco José de Paula Santander; antes de ser el gran hombre libertador fue un niño normal, alegre que le gustaba jugar alrededor de la hacienda de sus padres. Cuando solo tenía 10 años de edad, le gustaba jugar en el columpió que colgaba en el más grande samán de toda la hacienda, él estaba allí por horas mirando el cielo azul y sintiéndose libre. Un día Francisco José se encontraba en el establo cepillando a los caballos cuando vio llegar a su padre Don Juan Agustín Santander y Colmenares, a la hacienda con una docena de nuevos esclavos negros entre ellos había un niño de la misma edad de él, solo que no tenia la misma suerte de Francisco José, el pobre niño negro le habían matado a sus padres de agotamiento y de hambre.

Él se asusto al ver tantos esclavos nuevos que corrió a los brazos de su madre Doña Manuela Omaña preguntándole que hacían todos esos esclavos nuevos y porqué habían traído a un niño, ella lo tranquilizo y le dijo:- que su padre los necesitaba para unas nuevas labores que requerían de una mayor mano de obra y que el niño había sido una oferta por la compra de esos esclavos, él sorprendido con la respuesta de su madre, fue corriendo deprisa para poder ver más de cerca a ese niño negro porque él jamás había visto algo igual no tenia idea que pudieran existir niños de otro color y raza, su padre no le permitió acercarse mucho y tampoco que le hablara porque decía que los “NEGROS NO TIENEN ALMA”, Francisco José tenía mucha curiosidad en conocer el niño y pensaba como sería él; si hablaría igual que él, si le gustaría jugar con las espadas de madera, sería divertido jugar con otro niño, pero recordó las palabras de su padre.

A los días siguientes Francisco José observaba de cerca al niño lo único que hacia era repartí agua para todos los demás esclavos y seguía muchas órdenes y no se divertía. Francisco José esperaba la oportunidad perfecta para poder jugar con el niño nuevo que estaba en su hacienda así que se pasaba en su cuarto planeando como hacer para sacar al niño de sus labores sin que su padre se diera cuenta ninguno de los otros esclavos.

Después de tantos días de espera llego su oportunidad perfecta, logro llamar la atención del niño y lo convenció en ir a jugar en su columpio, que era su actividad favorita; se divirtieron todo el día hasta el atardecer. Al acercarse a su casa nuevamente los dos se sintieron seguros de que nadie se dio cuenta de su fuga, pero no fue así su padre con otros esclavos, los sorprendieron y a Francisco José lo enviaron sin cena a su cuarto pero el niño negro no tuvo el mismo destino. Francisco José al otro día se sintió tranquilo fue en busca de su nuevo amigo pero no lo encontró en el establo, buscó por todos lados y al fin lo halló

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