Cuento de amor de niños

Recuerdo o no recuerdo, pero ¡claro que lo recuerdo! Y pensar que tenia a la niña mas bonita de la escuela, estábamos en el kínder y yo era un niño muy tímido, pero ella me comprendía como ninguna otra niña mas en el mundo, me decía mi osito de peluche, ya que yo estaba gordito y a mi no me gustaba que me dijera así.

Ella era muy posesiva, cuando quería hacer amigos o jugar con alguien mas, ella se ponía a llorar y solo decía que ya no la quería, yo la consolaba, pero igualmente ya no jugaba con los demás,

Yo era muy flojo, y ella me hacia mis trabajos, pero su mama era la maestra del grupo, y me odiaba casi a muerte!!!.

Pero después entre a la primaria, y ella quedo en otro grupo, ella lloro mucho y aunque yo no lo sabia se consiguió a otro niño, así que el que se puso a llorar mas fui yo, estaba tan triste, solo, y asustado, pero de repente llego el, era increíble, desde hacia un mes que había entrado en mi salón y nunca lo había visto, le estaban pegando, y cuando termino su sufrimiento, el lloraba, así que lo fui a consolar, el me comprendió que yo solo quería ayudarlo, así que nos hicimos mejores amigos.

Me invito a su casa, conocí a su mama y me trato como un rey, nos protegíamos mutuamente los dos y casi nos convertimos en los mejores del salón.

Cuando íbamos en cuarto, apareció el, sin pensarlo, pensamos que podría ser un buen amigo, pero nos equivocamos, apenas llegó y nos empezó a golpear, así que respondimos, pero llegaron otros compañeros que nos tenían odio, y nuestra pelea duro tanto que nos llamaron a la dirección.

Tuvimos que lidiar contra el pero cada vez sus ataques contra nosotros eran peores.  Nosotros ya casi le teníamos miedo y casi no lo soportábamos ya que se había convertido en el jefe del salón.

Nunca voy a olvidar ese día en que la mama de mi amigo se casó, estábamos tan felices los dos porque él no sabía que era tener un papa y dijo que se sentía grandioso, pero a los 3 días paso la peor cosa que pudo haber pasado, mi amigo me dijo que debido a que su mama se había casado, él se tenía que mudar a otra ciudad, en ese momento se nos soltaron las lágrimas a los dos e hicimos una promesa de que este no iba a ser un adiós, sino un hasta luego que duraría para siempre, pero el día llego y nos separaron a los dos

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