Cuento de hormigas

La historia pasó en un hormiguero muy bien escondido, repleto de ventanitas, donde se ven entrar y salir permanentemente a los movedizos habitantes durante todo el día.

Un verano, Martina vio a una hormiga que se esforzaba de un modo original, y le llamó la atención. Era la hormiga Pepsky, hermana mayor de una mediana familia de 4 hijos. Sus papás contaban con ella para que todos los días siempre después del colegio o de jugar, los ayudara a juntar palitos, semillas y hojas que servían para alimentarse durante el invierno, así también para que construyeran mejor su casita y poder sobrevivir de ese terrible frio.

Ese verano en particular antes de empezar a recolectar las cosas para la casa, Pepsky había trabajado mucho, ya que su mamá se había ido de viaje por unos días para visitar a un familiar, su nombre es Martin, un primo ya de edad grande que vivía en un hormiguero lejano y se encontraba un poco enfermo ya que había estado juntando palitos y hojas para guardar y usar en el invierno, pero lamentablemente sufrió de insolación causando un fuerte dolor de cabeza, es por eso que la madre de Pepsky, fue a visitarlo.

Martina nos contó que era en la otra punta del terreno, por lo cual era una travesía que tenía que pasar ya que estaba muy lejos y el camino era un poco complicado. Pepsky quería tanto que, al regresar, su mamá pudiera descansar lo suficiente y contarle todas las cosas que había visto en el camino hasta llegar a donde estaba su familiar esperando por su llegada.

Por eso, se esforzó tanto en él trabajó casi sin poder descansar juntando hojas, durante el tiempo que su madre se ausento y no estuvo. Así, el depósito de la casa ¡había quedado repleto de palitos y hojas!

El día en que la madre iba a regresar Pepsky se esmeró aún más ya que quería sorprender tanto a su madre: preparó una bonita mesa para tomar el té juntas tranquilamente, con tarta de frutillas (de temporada), su preferida, y cuando después de casi un día entero de trabajar, terminó dijo: “Voy descansar en el sillón hasta que mamá abra la puerta y vea la sorpresa que le prepare”.

Pero, tan, tan cansada estaba que se quedó dormida y cuando llegó Martinoly (así se llamaba su mamá) ¡no la pudo despertar porque estaba en un sueño profundo! Durmió casi un día entero.

Ya que Pepsky se había esforzado al punto de quedar exhausta y no pudo disfrutar de lo que más deseaba... Al despertar, Martinoly o Manoly como le decían todos, estaba a su lado acariciándola y susurrándole:

- Mi trabajadora hormiguita, enserio muchas gracias por todo lo que te esmeraste y esforzaste, pero no era tan necesario que hicieras todo esto tu sola, sé que tu intención era sorprenderme pero para eso también estaban tus hermanos, en especial Martinotti (es el hermano que le sigue de edad a Pepsky) para ayudarte. Ya tendré que regañarlos porque tu sola no puedes hacer tanto, ellos también tienen que ayudar con las cosas.

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