¿Cómo Hemos Perdido La Felicidad E Incluso Nuestra Propia Humanidad?

¿Cómo hemos perdido la felicidad e incluso nuestra propia humanidad?

Como humanos hemos conformado distintas formas de relacionarnos, actuar, pensar e incluso sentir que quizá apuntan desde nuestros orígenes a un concepto clave: supervivencia, sin embargo en las últimas décadas olvidamos esta necesidad colectiva, evidenciando una sociedad incapaz de sostenerse a largo plazo.

La economía de los materiales basada en un sistema lineal ha dejado como única consecuencia, una sociedad consumista que no responde a las necesidades reales del medio ambiente ni de las personas: Comunidades enteras se han desechado por la explotación del hábitat que les es natural, los índices de pobreza han obligado a que las personas tengan como única opción trabajar en industrias que generan altos desechos tóxicos afectando su salud y la de su descendencia, y como si fuera poco, se evidencia como los recursos naturales cada día son más precarios sobre todo en las llamadas potencias como Estados Unidos.

Se hace necesaria una nueva estrategia que quite la venda de dicha sociedad consumista, y llame a la sensibilización, a una cultura de reciclaje y de perdurabilidad de las cosas que se adquieren. Se debe poner freno a la obsolescencia programada que consiste en el diseño metodológico de las cosas que usamos en el día a día, para que éstas tengan una vida útil a corto plazo y por su puesto evoquen nuevamente al “consumo”. La obsolescencia percibida que se puede comparar con un proceso hipnótico es aún más peligrosa porque ataca la forma de pensar de las personas, temas como la moda, los prototipos de belleza y la velocidad de creación e innovación de los aparatos tecnológicos determinan hoy en día muchas formas de vivir.

En este proceso de hipnosis no solo hemos perdido nuestra felicidad, que para los años 50 alcanzó el tope más alto y a partir de ese momento -paralelo a la creación de este sistema de consumo- empezó a decaer; también hemos perdido nuestra humanidad: cómo es posible que actualmente el 40% de los recursos hídricos ya no sean potables, que el 75 % de los recursos de pesca estén sobre explotados, que el 80% de los bosques estén destruidos, y que produzcamos más de mil químicos tóxicos en los procesos de producción, existe una respuesta, se trata de la huella que ecológica y social del hombre

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