ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

DISCURSO DE ASUNCIÓN DE LA PRIMERA PRESIDENCIA (1989)


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2014  •  433 Palabras (2 Páginas)  •  287 Visitas

Página 1 de 2

DISCURSO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DR. CARLOS SAÚL MENEM

Desde los balcones de la Casa de Gobierno

8 DE JULIO DE 1989

Compañeras y compañeros; hermanas y hermanos de mi patria; ilustres hermanos que nos visitan, de Latinoamérica y el mundo; amados niños: hoy es un día fundamental para la suerte y el futuro de la República Argentina. Hoy consolidamos la democracia y la libertad que tanto nos costará conseguir en largos años de lucha.

Venimos a instalar un nuevo estilo en la vida política nacional y yo espero que se propague por toda Latinoamérica. Los gobernantes que surgen del pueblo deben permanecer junto al pueblo y trabajar sólo para el pueblo.

Y permítanme que haga una referencia breve pero importante, trascendente y significativa para mi vida. En este mismo balcón estuvieron muchos presidentes de la Argentina, pero hay uno que fue mi maestro, de quien me considero su discípulo: el tres veces Presidente de los Argentinos, teniente general Juan Domingo Perón.

A los jóvenes que no conocieron a nuestro líder y a quienes peinan canas que sí lo conocieron, yo les quiero expresar que lo que estoy haciendo con la cooperación de todo el pueblo es seguir el mensaje de Eva Perón y de Juan Domingo Perón: la unidad del pueblo argentino por sobre todas las cosas.

Yo decía en horas de la mañana, al prestar juramento ante la Honorable Asamblea Legislativa, que ha llegado el momento del reencuentro de todos los argentinos y de todos los habitantes de esta bendita tierra. Ha llegado el momento en que los argentinos nos dejemos de mirar como enemigos para empezar a mirarnos como verdaderos hermanos ante Dios, ante la Patria y ante este glorioso pueblo.

En este día de fiesta y vísperas de uno de los días más importantes en la gesta histórica de nuestra querida Patria, yo quería decirles de mi irrevocable decisión de trabajar incansablemente por la grandeza de la Patria, por la felicidad del pueblo, por la unidad nacional, por la unión latinoamericana. En fin, trabajar incansablemente por aquellos que tienen hambre y sed de justicia en nuestra Patria.

Trabajar para que nuevamente un canto de felicidad celebre a lo largo y ancho de nuestro inmenso territorio.

Levantamos las banderas de siempre, las banderas de nuestros antepasados, de nuestros próceres, de nuestros líderes; pero no podemos equivocarnos una vez más, vivimos en otras épocas y en otros tiempos.

El mandato del General era actualizar nuestra doctrina, nuestros principios a partir de nuestra ideología y actualizar nuestra doctrina y nuestros principios, es reubicar a la Argentina en el contexto de todas las naciones del mundo a partir de un pueblo unido.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (3 Kb)
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com