Demian

INTRODUCCIÓN

El libro empieza con describirnos el como los poetas escriben, y suelen hacer como si fuesen Dios mismo, como si todo lo vieran.

Es una historia la cual relata la forma de ser, de pensar, actuar de un niño llamado Sinclair, que al pasar de su vida iba siendo influenciado por algunos amigos y conocidos.

La forma en la que día con día el iba aprendiendo a como actuar y pensar.

Sinclair es de una familia en dónde las cosas buenas abundan, se manifiesta el amor, la paz, la paciencia, la unión familiar, a este mundo le llama como “Luz” ya que dentro de este mundo estaba su familia y los brazos cálidos de su madre.

El siguiente mundo lo consideraba como un “torrente” un mundo violento, dónde existía el temor, la maldad, la angustia, el odio, el resentimiento, el miedo, y este mundo se terminaba cerrando las puertas de su cuarto ya que ahí mora la felicidad y el amor.

Se verá el como Sinclair es atraído por las mentiras y engaños hasta cierto punto para poder encajar con “amigos” que después se convierten en su peor pesadilla, ya que tiene que cumplir con ciertas cosas que hasta cierto punto llegan a ser denigrantes para que se guarde la mentira y no le digan a la policía y a su familia.

CAPÍTULO I: LOS DOS MUNDOS

La historia comienza con el acontecimiento de la época en el que nos narra como Sinclair tenía diez años e iba al instituto de letras de su pequeña ciudad.

Dos mundos, dos polos opuestos.

Mundo 1: tenue esplendor, claridad y limpieza.

Mundo 2: es todo un torrente multicolor de cosas terribles, este mundo es violento y está en todas partes, excepto en sus habitaciones donde estaban papá y mamá. Se sentía tranquilidad, paz y amor.

En este capítulo se muestra el como vivía atemorizado y torturado.

CAPÍTULO II: CAÍN

El capítulo comienza con la llegada de un nuevo alumno hijo de una viuda rica, eso se rumoraba. Max Demian tenía unos añosas y se comportaba como todo un señor. Para Sinclair Demian fue su libertador de las garras de Kromer.

Sinclair se confesó con su madre y es como si el hijo pródigo hubiera regresado al mundo de la luz.

CAPÍTULO III: EL MAL LADRÓN

Vinieron los años en los que descubrió que en su interior latía un instinto de el mundo permitido y diáfano, tenía que disimular y ocultar.

Se despertó en el lo prohibido y el pecado. El sexo como un enemigo destructor.

La pubertad para el no encajaba en lo absoluto dentro de la felicidad de su paz infantil.

Demian decía que si realmente quería algo lo lograría.

Sinclair duda de su fe, Demian le comenta que Dios representa todo lo bueno y que se debe adorar a el diablo y a otros dioses que hagan el bien o el mal.

CAPÍTULO IV: BEATRICE

Nos habla sobre su último intento de ser feliz a la sombra de un hogar, dentro del espíritu había firmado mucho; en ocasiones lo conseguía, pero al final siempre fracaso por completo. Sinclair se sentía completamente transformado. Echaba de menos en ocasiones a Demian pero pocas lo odiaban

...