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Democracia.


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2014  •  Ensayo  •  2.324 Palabras (10 Páginas)  •  209 Visitas

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Democracia

La democracia propugna el concepto de la soberanía popular, que es el derecho del pueblo a gobernarse por sí mismo, cumpliendo los intereses de todo el pueblo. La democracia es una filosofía política que se caracteriza por su elasticidad y flexibilidad. Se la puede practicar dentro de regímenes político-administrativos muy diferentes. La igualdad en los órdenes jurídico y político no tiene valor práctico si no está fundada en la igualdad económica. Existen algunos requisitos: el voto popular, secreto y libre, en cada voto cada ciudadano pone en juego la parte que le toca de la soberanía popular. Una constitución, que establece los derechos y obligaciones de las personas y del Estado, para evitar el abuso de la libertad de los individuos y el abuso de autoridad de los gobernantes. La división de poderes del Estado: Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La garantía para los ciudadanos de libertad de pensamiento, de culto, de expresión, de reunión, de tránsito, etc.

El referéndum propuesto por Rousseau a fines del siglo XVIII y adoptado en la mayoría de las constituciones modernas, consiste en el voto directo que emite el pueblo para decidir cuestiones específicas importantes en cuestiones importantes.

Aristóteles se ocupa de los problemas prácticos de la política, del arte de gobierno. La mejor forma de gobierno es aquella en que todos los individuos actúan en la vida política. Justifica la esclavitud para que se pueden cumplir ciertos servicios dentro de la vida colectiva, y cree que los sabios y los poseedores de fortuna deben ser los que gobiernen. Es partidario de la división de poderes y distingue formas “puras” e “impuras” de gobierno, entendiendo que las primeras son las que tienen como objetivo el bienestar general, mientras que pertenecen a las segundas las que significan abuso de poder en beneficio de sólo una clase social.

El cristianismo mina la arquitectura de la Roma imperial y propone una nueva ética basada en la igualdad de los hombres ante Dios, el desprendimiento de los bienes terrenales, el amor al prójimo y la caridad. Se trata de una contribución indirecta al desarrollo de la filosofía democrática. Los Padres de la Iglesia, San Agustín y, mucho después, Santo Tomás de Aquino, coordinan los postulados del racionalismo griego con el dogma cristiano, buscan la relación entre el poder divino y el poder temporal, es decir, la Iglesia y los gobernantes. Para San Agustín, el gobernante representa la voluntad de Dios en la tierra, y no hay justicia en los estados no cristianos. Justifica la esclavitud como un reflejo de la caída del hombre. La esclavitud sólo afecta al cuerpo, pero el alma es siempre libre. Para el cristianismo, el alma es lo importante, no el cuerpo. Santo Tomás es partidario de la autocracia centralizadora y del derecho divino de los monarcas, sostiene que los gobernantes cumplen un mandato divino.

En 1215, sus propios condes y barones, obligan al rey de Inglaterra, llamado Juan Sin Tierra, a firmar la Carta Magna, primera forma de constitución política de la que se tiene noticia en el mundo. Declara la independencia de la Iglesia y así debilita el núcleo metafísico laboriosamente atado durante la Edad Media entre el poder divino y el temporal. Limita las facultades para crear impuestos, exigir servicios militares, prohíbe el arresto de hombres libres sin causa justificada, restringe los derechos feudales. Es un paso trascendental en la historia de la democracia.

A partir del Renacimiento y hasta el siglo XVIII la historia de la democracia se confunde con la del liberalismo. Éste último fue el encargado de sentar las bases filosófico-políticas de lo que sería la democracia moderna. El Renacimiento, la Reforma, los grandes descubrimientos geográficos, la Enciclopedia, la Revolución Industrial y planes de la burguesía, la eliminó políticamente. La democracia y el liberalismo económico fueron las armas apropiadas para la clase media porque le abrían los horizontes del poder político, sin limitaciones de clase, y los caminos de la fortuna sin las vallas del privilegio de sangre.

La Revolución Norteamericana (1776) y la Revolución Francesa (1789) fueron fenómenos típicos de esa subversión de la clase media. En Estados Unidos la revolución sirvió para eliminar las trabas económicas impuestas por Inglaterra, logró la independencia y proclamó la Constitución. En Francia, el liberalismo culminó con la conquista con el lema “libertad, igualdad y fraternidad”, con la liberación definitiva de la clase media. Las heroicas guerras libertadoras de América Latina en los siglos XVIII y XIX, en algunos con evolución y en otros con revolución, completan el cuadro histórico de la democracia. Se dictaron leyes cada vez más liberales, combatiendo ya no la aristocracia de sangre sino a la burguesía atrincherada en su poder económico. Revolucionaria en los dos siglos anteriores, a la burguesía liberal le tocaba ahora defender los bastiones de sus conquistas. Proceso inevitable, en el que “los revolucionarios de ayer son los conservadores de hoy” para retener lo que ganaron con la revolución.

Todas las corrientes políticas, tanto la democracia como el socialismo, tienen como meta final lograr la organización social. Los comunistas critican a la democracia liberal por haber defraudado a las grandes mayorías al vincularse con el sistema capitalista. Para los comunistas, la verdadera democracia es la sociedad sin clases. La democracia liberal sirvió a la humanidad para dar uno de los pasos más decisivos de progreso. El liberalismo determinó la gran revolución del pensamiento oprimido por el dogma, y eliminó para siempre al monopolio de la aristocracia de sangre sobre el poder político.

La democracia tiene una enseñanza ética que debe asimilarse: saber perder. Ese papel le corresponde a la oposición. ¿Qué puede hacer un gobierno, por más bien intencionado que sea, frente a una oposición que no acata el fallo electoral y que, en lugar de esperar a las próximas elecciones, se consagra con devoción a la tarea conspiratoria? El despotismo es el exceso de autoridad que conduce a la violación de los principios éticos, jurídicos y políticos que regulan la marcha de la democracia. La oposición que combate el despotismo con métodos ilegales da lugar a un mayor despotismo para contrarrestar la conspiración, y así se crea un círculo vicioso. Por lo tanto, la oposición tiene una responsabilidad tan grande como la del gobierno en la preservación del orden democrático.

DEMOCRACIA

La palabra “democracia” proviene de los vocablos griegos Demos, pueblo, y Kratos, autoridad o gobierno, es una filosofía política que propugna el concepto de la “soberanía

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