Despedida

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Queridos compañeros:

Tengo el gusto de dirigirme ante ustedes para expresarles mis más gratas felicitaciones por haber culminado con éxito la etapa primaria.

Al pasar el tiempo, fuimos aprendiendo cada vez más, nos hicimos compañeros, amigos, "hermanos del alma", hemos compartido alegría y tristezas, premios y derrotas, esperanzas y tristezas, esto nos ha servido para fortalecer nuestro espíritu.

Recuerden que cuando entramos a esta noble institución, nuestros padres nos traían con la ilusión que aprendiéramos nuestras primeras letras, aprendiéramos a leer; nos entregaron en manos de virtuosos profesores, maestros que se esmeraron por formarnos con agrado y profesionalismo. Maestros que a pesar de no ser reconocidos por la labor que enfrentan cada día con nosotros los niños, les decimos gracias… gracias al maestro- doctor, al maestro-psicólogo, al maestro-amigo, al maestro- padre de familia, al maestro, que siempre está ahí para con sus alumnos y que sin distinción alguna nos quieren porque formamos parte de su familia.

Así mismo a los padres de familia les agradecemos su apoyo, paciencia, pero sobre todo, el esfuerzo enorme realizado al poder darnos este privilegio, que es la educación, sigan así padres de familia que nuestro compromiso con ustedes será seguir estudiando y ser buenos ciudadanos.

Pero, el camino no ha terminado, perseveremos en la superación, estamos a punto de iniciar una nueva etapa, que tendrá nuevos retos… y nuevos logros.

No olvidemos nuestro primer día en la primaria, no olvidemos a nuestros amigos… ni a nuestros grandes maestros; disfrutemos de nuestra graduación y sintámonos orgullosos de haber pertenecido a esta escuela.

Y sin más por el momento, quiero pedir a todos los presentes un fuerte aplauso y decirles a todos ustedes: FELICIDADES COMPAÑEROS.

Gracias.

Queridos compañeros:

Hoy, después de seis años, decimos adiós, un "adiós", disfrazado de "hasta luego"; O un "hasta luego" con antifaz de un "hasta siempre", que refleja esperanza, ilusiones, deseos, sueños, anhelos y por qué no, también miedos. Pero creo que hay algo todavía más importante: una ilusión que lo compensa todo: Crecer.

Dar un paso hacia una nueva etapa, que no precisamente tiene por qué ser mala, sino que también creo, será una época cargada de nuevos aprendizajes, intelectuales, pero también para la vida diaria; llena de nuevas personas que serán nuestros guías, sin dejar a un lado las enseñanzas de quienes hoy quedan en el pasado; de nuevos compañeros, que quizá algunos se conviertan en nuevos amigos.

En este día, compañeros, amigos, confidentes y cómplices, se culmina lo que hace seis años comenzó; quedarán sellados con un abrazo largo y unas cuantas lágrimas, tantos días de juegos, de cantos, de operaciones

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