Discapacitados

La lectura como fracaso del sistema educativo

Zaid analiza en este ensayo la última encuesta sobre los hábitos de lectura en México; y que ve que en nuestro mundo se muestra un gran baso de ignorancia de los universitarios que no leen, no leen por gusto, lo hacen porque lo hacen por obligación por ejemplo, en la escuela, que solo los ya mayores o que ya cursaron la universidad, solo leían cuando estaban cursando sus estudios, bueno la mayoría de las personas, porque si hay pocas personas que leen por gusto y no por obligación.

La mayoría de las personas, dando una cifra un 37% de acuerdo con Conaculta, dice que no han estado en una librería, sobre el 40% que lee poco, dice que sobre esa cifra el 83% dijo que desde los 6 a 22 años (edad escolar) fueron los últimos libros que leyeron.

Había 150 librerías en el directorio telefónico de la ciudad de México de 1952. Si en el directorio de 2005 hay el doble (325), pero la población se ha sextuplicado (de 3.3 a 18.5 millones), en 53 años el número de librerías por millón de habitantes se ha reducido de 45 a 18. Otro indicador: desde 1950 (en todo el país, en todos los niveles) el número de maestros se ha multiplicado casi por veinte (Estadísticas históricas de México). Sin embargo, el número de lectores (a juzgar por el número de librerías de la ciudad de México), apenas se ha duplicado. Esta cifra para mi es una de las mejores, que puede definir a nuestro México sobre la lectura.

Sobre la lectura es que gracias al interés o desinteres de los padres sobre la lectura se reproduce con los hijos, no leen en los hogares, en las escuelas y en las universidades.

La falta de interés se reproduce en los alumnos, por lo cual multiplicar el gasto en las escuelas y universidades sirvió para multiplicar a los graduados que no leen.

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