Discurso un mundo mas justo

DISCURSO: UN MUNDO MAS JUSTO

Buen día profesora Susana González Rodríguez, compañeros y compañeras del grupo 190301 de la institución UPVM , mi nombre es Janneth Vazquez Nuñez.

Mi discurso hoy presente es acerca del respeto y La paz.

Hace mucho tiempo, un niño descubrió otro mundo posible. Llámenle Martin Luther King, Gandhi o John Lennon. Pese al nombre, esta persona soñaba y luchaba día a día por un mundo mejor, más justo e igual para todos; pero no solo llegaba ahí. Transmitía las ganas de practicar estos comportamientos.

A lo largo de la historia, este tipo de personajes han emitido distintos discursos, todos y cada uno de ellos muy impactantes, con verdades como puños, sensibilizadores. Sin embargo, hoy en día todavía no ha surgido efecto a gran escala. Con este discurso compañeros no quiero ser uno más.

Quiero ser la vía para el tren a la libertad y el respeto equitativo porque recuerden: TODOS SOMOS CIUDADANOS DE ESTEMUNDO.

No busco acaparar ni ser el centro de atención. Deseo repartir y compartir que la globalización de la que hoy en día nos beneficiamos no se desarrolle solamente en el ámbito político y económico en países desarrollados, sino que, poco a poco vayamos globalizando en la solidaridad y el respeto.

Me he basado en la creencia de que no podemos cambiar al mundo sin antes empezar por nuestro interior. Considero esto un aspecto importante a reflexionar. Es muy fácil criticar a los demás, observar. No critiques sus logros si no conoces sus esfuerzos.

Antes de hablar, deberíamos de plantearnos. ¿Podríamos haberlo hecho nosotros mejor? Y si es así ¿Por qué no lo hacemos? La sociedad está llena de buenos valores, todos buscando un mundo justo, se nos llena la boca al pedir la paz en el mundo , pero como hace referencia Eduardo Galeano, podemos hacer la paz poco a poco en nuestro interior , no hace falta que se cree un acuerdo, que se pacte por los gobernantes.

No debemos esperar a que la paz llegue debemos hacer llegar la paz. No digo que admiren ha personas que han dado  su vida por la libertad y la paz queremos que seas como esas personas.

Habrá gente que piense que en vez de ser un ejemplo de esperanza, lo somos de hipocresía. Pero tenemos que tener fe en aquello por lo que luchamos, en que algo puede mejorar.

Debemos de volar hacia el futuro, hacia un futuro justo, donde todos los niños perdidos tengan las mismas oportunidades, donde no importe si vestimos de tigre o de elefante, si nos gustan las mujeres o los hombres o si somos ricos o pobres, qué más da si todos morimos exhalando un último suspiro de vida.

Tras este discurso, no quiero dejarlos con la sensación de inutilidad. Tampoco pretendo verlos mañana construyendo una escuela en medio de África. Me voy satisfecha si consigo alentarlos para que mañana los despierte decididos a dar el cambio.

Por tanto, quiero concluir este discurso diciendo que aunque pesemos que no podemos hacer nada por la paz,  o pensemos que eso es tarea de políticos y gobernantes. La igualdad es tarea de todos, y no podemos empezar desde lo más alto. Hay que empezar por acciones simples y eficaces, que en un futuro, den sus frutos de un mundo más justo, donde nadie vea discriminados sus derechos.

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