Donde Habitan Los Angeles

Este libro habla sobre la vida de Panchito y empieza cuando va de vacaciones junto con sus primos a la casa de sus tíos abuelos en San Miguel. Cuando se acaban las vacaciones Panchito ve que todos sus primos regresan a su hogar menos él. Él se pregunta porque su mama no fue por él y sus tíos le dicen que ella está muy ocupada desde que su papa murió. Así pasan los años y Panchito se queda a vivir con sus tíos y ellos ya lo ven como a un hijo. Panchito pasa por mucho ya que su madre se casa pero no lo lleva con ella, su primer amor muere y también sus tíos.

Este libro se enfoca más en la familia y la fortaleza que Panchito necesitaba ya que se ve el gran amor que los tíos le tienen a Panchito y viceversa, como lo acogieron en su hogar cuando su madre lo abandonó, como le brindaron atención mientras crecía y como lo apoyaban en sus decisiones aunque a veces no fueran las correctas.

Panchito necesitaba una fortaleza para superar las circunstancias tan difíciles que se le presentaron en la vida. De no haber sido por la fuerza interior que le transmitieron sus tíos, quién sabe qué hubiera sido de él. Es que un niño es lo más frágil que hay en el mundo, está expuesto a lo que los adultos quieran hacer de él. Por suerte, Panchito llegó a un hogar en el que fue bien recibido, aceptado y querido. Al principio, para los tíos Tacho y Chabelita, él solo llenaba el vacío que la muerte de su hijo les había dejado, pero al transcurrir el tiempo, lo llegaron a amar verdaderamente como a otro hijo. Los tíos y Panchito se ayudan mutuamente y es así como demuestran su Fortaleza, porque aceptar y agradecer el apoyo de los demás es parte importante de esta virtud. Es que a veces nos encontramos en situaciones tan tristes y dolorosas, que nos dejamos caer hasta el fondo de la depresión y sentimos que nadie nos puede ayudar y llegamos a creer que el sentido de nuestra vida se ha perdido… Es entonces cuando, con mayor razón, debemos valernos de esa gran fuerza interior, que es la Fortaleza, y aceptar asirnos a la mano que nos están tendiendo para salir del problema y volver a la alegría de la vida con un profundo agradecimiento por aquellos que nos aman y se preocupan por nosotros. En Donde habitan los ángeles, el tío Tacho y Panchito se dan la mano y comparten el equipo de alpinismo para escalar el abismo de tristeza en el que habían caído, por la pérdida de Alejandra y Chabelita.”

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