EL AMOR.

EL AMOR

El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Él amor nunca deja de ser.

Primera de corintios (capitulo 13, versículos 4,7)

Traje a colación este aparte de la biblia, porque para mí el amor lo es todo, es la esencia de la vida, es una fuerza que nos invita cada día a sentir que estamos vivos, porque quien no ama es como si estuviera muerto.

Y cuando digo que el amor lo es todo, es porque fuimos creados por amor, somos la obra más perfecta del universo a imagen y semejanza de nuestro Dios, para mi Dios es amor y todo lo creado por el también lo es, y su amor por nosotros es incalculable, tanto que dio a su único hijo para que muriera en una cruz para salvarnos a nosotros, es la demostración más sublime de amor que la humanidad haya conocido a través de la historia, la muestra de que el amor no tiene condiciones.

Versículo de Juan 3:16

“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”

Y no nos puso condiciones para ese sacrificio el simplemente tomo la decisión de salvarnos porque así de inmenso es ese amor que tiene por nosotros. Dios es amor y lo único que puede dar es amor si yo soy amor doy amor

Pero nosotros nos encargamos de hacer diferente ese amor, lo condicionamos desde el momento en que lo definimos como un sentimiento, pero el amor no se siente; el amor se vive

“Donde hay amor hay vida”

Mahatma Gandhi

Esto lo reafirma Gonzalo Gallo González en su libro OASIS con el mensaje que cito a continuación.

Hacer el amor

¿Qué sentido tiene tu vida si todos los días no haces el amor? ¿Cómo ansias ser feliz si no haces el amor hasta el ocaso?

Ahora bien, se supone que para ti hacer el amor es mucho más que acostarse con alguien. Hacer el amor es aprender a dar sin interés, respetar al otro sin manipularlo, brindar confianza con la sinceridad. Haces el amor cuando sonríes y compartes, cuando perdonas y eres comprensivo. Eres el amante perfecto cuando te dedicas a alguien con ternura y detalles, con el dialogo y la fidelidad. Sabes hacer el amor si ayudas a otro a superar sus fallas y a fructificar con sus talentos: si sabes estar con él en la luz y en la sombra, en las alegrías y en las penas.

Si maduras para amar de verdad entonces también disfrutaras al “hacer el amor” con amor en unas relaciones sexuales gratificantes y llenas de humanismo. La vida te enseñara que, de hecho, el amor no se hace, sino que se vive y que no es una experiencia fácil en el sistema consumista.

De ahí que cuando nacen expresiones tales como: estoy sufriendo por amor, no es por amor que se sufre es por sentimientos que se han mezclado y nosotros confundimos y llamamos amor. Se mezcla la pasión, el deseo, la ternura, los celos pero no el amor.

“El amor es la mayor fuerza del mundo y sin embargo la más humilde.

Mahatma Gandhi

Y con esa fuerza se la puedo aplicar a todo

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