EL ANILLO MAGICO

EL ANILLO MÁGICO

JUAN JOSÉ VILLEGAS ARCANI

EL ANILLO MÁGICO

Teresa siempre había tenido muchos problemas. En la escuela, cuando estaba en primaria tuvo dificultades pues se quejaba de que no entendía muy bien a sus maestros. En ocasiones, eso era cierto; pero la mayoría de las veces, presentaba buenas notas.

-Mamá ayúdame a hacer la tarea de matemáticas- decía continuamente a Cristina.

Pero lo que Teresa realmente quería es que su madre le hiciera las labores y eso no era correcto. Pues era ella la que debía trabajar en ello, para poder aprender.

- No, Teresa; yo puedo ayudarte con una explicación, pero la tarea debes hacerla tu.

Mamá siempre insistía en lo mismo y animaba a Teresa felicitándola cuando trabajaba. En el bachillerato, fue igual. Siempre necesitó mucho apoyo de sus padres.

No tenía muchos amigos y eso preocupaba a sus padres, que trataban de involucrarla en diferentes actividades, a las que ella no acudía, a pesar de que le gustaba mucho pescar,

también le gustaba bailar,

y lo que mejor hacía era cantar.

Una vez la inscribieron en el FACTOR X, pues cantaba muy bien y después de hacer una fila muy larga, no se presentó ante el jurado, porque le dio pena.

No obstante logró graduarse y llegar a la Universidad, donde estuvo cinco años. Al salir, encontró un trabajo que le gustaba mucho, aunque era difícil.

Sin embargo, su Jefe era bastante severo y cuando le daba una orden que ella no entendía y le pedía una explicación, él se enojaba a la vez que le decía que no tenía tiempo para ponerse a enseñarla a ella como hacer su trabajo.

- Teresa,- le decía su amiga Liliana- ven yo te ayudo con esas cuentas. Y así Liliana, casi siempre tenía que acudir en ayuda de su amiga Teresa.

La situación ya estaba bastante complicada porque el Jefe supo que Teresa no hacía todo su trabajo y que siempre requería la colaboración de otros, que por ayudarla, descuidaban el propio.

Llegó un día muy especial para Teresa.

- Liliana, el próximo 25 de septiembre es mi cumpleaños. Mi mamá me hará un pastel. Quieres venir a mi casa?.

- Por supuesto, respondió Liliana.

Liliana se animó mucho y quiso sorprender a Teresa. Buscó a otros compañeros de oficina y los invitó para ir a casa de Teresa y darle una bonita sorpresa.

Doña

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