EL BOSQUEJO, EL ALMA DE UNA OBRA DE ARTE

EL BOSQUEJO, EL ALMA DE UNA OBRA DE ARTE^[a]

La apariencia física es la primera impresión que se tiene de  las cosas y de las personas, más no se podría tomar como una carta única de presentación, determinante del ser;  ¡Importante!, lo que tienes depositado allí adentro en el alma, tu esencia, eso que  definimos como sentimientos y saberes, esos que te mueven, que impulsan a comprometerse con sí mismo, con el crecimiento diario, a ser cada día mejor, a empoderarse, a generar cambios positivos en la sociedad y en la vida de quienes te rodean. ^[b]

Desde pequeña tuve una contextura media y unas mejillas rellenitas, rozagantes; debido a que en mi hogar siempre se relacionaron estas características con la salud y el bienestar; hoy día las conservo pese a mi lucha diaria para mantener el peso ideal, de acuerdo a las recomendaciones de un profesional en nutrición que no es de la época de mis padres y,  que difiere totalmente con sus creencias;  sumándole a mi fisonomía unos ojos de color café oscuro, bordeados por unas pestañas largas y finas, una boca mediana, pero de labios gruesos, de  color natural, que me hacen sentir sexy, una nariz que es un poco gruesa pero que finalmente se ve pequeña, del tamaño justo para que mi rostro se vea armónico, soy de baja estatura y con relación a esta son mis manos y mis pies a quienes llamo con amor pies de princesa.    ^[c]

El brindarme una buena educación,  hacia parte de lo que mis padres conocían por bienestar;  de ahí que me ubicaron desde pequeña en un colegio de religiosas, allí recibí una formación basada en el amor por el otro y la fe en ese ser supremo creador de lo visible y lo invisible, dueño de la vida y la muerte, grabaron en mi chip el concepto de generosidad, solidaridad y bondad; mientras estuve allí fue una práctica diaria con hechos en mi entorno escolar y, de vez en cuando trascendía al exterior. Inconscientemente estas bases me llevaron a elegir mi ambiente laboral, sin darme la oportunidad de una formación superior y desde entonces he dedicado mi vida a servir a los demás, desde una institución que tiene como fin primordial el servicio a la comunidad, en ella recibí formación militar pero siempre basada y alineada en esos primeros principios: el amor al otro, la fe y el temor de Dios;  allí también aprendí la importancia de la honestidad, el respeto  por mí ser, por la individualidad del otro, la disciplina y la constancia; desarrolle el gusto por mantener el cuerpo y la mente activas, la capacidad de crítica frente a las injusticias y desigualdades sociales, en busca de ser parte de la solución y no del conflicto;  por esto me gusta estar rodeada de personas con pensamientos positivos,  que viven en pro de los demás.^[d]

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