Comentario De Obra De Arte En Filosofia

2n trabajo

Últimas tendencias del arte

Introduciendo el tema, nos encontramos ante una obra de Rebecca Horn titulada “La luz prisionera en el vientre de la ballena”, datada en la época contemporánea y representada en el “Palais de Tokyo” de París a principios del 2003. Como un contexto artístico podríamos ver la llamada crisis del objeto artístico tradicional aparecido en los años sesenta. En esta fecha, se producen la aparición de las instalaciones.

El siglo XX fue una época de grandes cambios a nivel artístico vanguardista. Así por otra parte artísticamente también podríamos destacar corrientes como el futurismo, el dadaísmo… El dadaísmo, por ejemplo, lo podemos ver de la mano de la obra de Arthur Danto, el cual proclamaba como otros artistas destacables el fin del arte como una especie de muerte del mismo. Sin embargo, como en la mayoría de los casos, también existen excepciones, como lo sería el Machineskunst, el cual se mantuvo intacto según los dadaístas. Por otra parte, volviendo a Rebecca Horn, ésta estuvo influida por artistas como Raymond Roussel, Franz Kafka y Jean Genet, además también influyeron en ella las películas de Buñuel y Passolini. Una de las características más observables en instalaciones, fue la conquista del espacio más allá de los soportes, aumentando así la relación con el espectador.

Comenzando con la observación de la obra, lo primero a reseñar sería la introducción de la poesía escrita por la propia Rebecca Horn. En esta obra, no solamente jugarían las palabras, sino que Horn introduce propiedad a los propios espectadores como seres activos, pero no solo es una obra de palabras metidos en oraciones, sino que las mismas están acompañadas por la música de Hayden Chishalm, una música multinstrumentalista. Todo este conjunto haría posible la introducción del espectador en la obra desde que pisa el interior del recinto donde se expone. Como anécdota, y ya que hemos anunciado el Palais de Tokyo de París, diremos que sus paredes de piedra ayudaran más si cabe a la introducción tanto del espectador en la obra como al intento de cambio de significado de las poesías de Rebecca Horn.

Involucrándonos en lo que sería la obra en sí, tendríamos como característica principal que se trataría de una instalación. Las instalaciones en sí involucran y atrapan al espectador dentro de las mismas, no solo como figuras físicas sino como partícipes. El hándicap de las instalaciones, es su corta vida al desaparecer cuando dejan de estar expuestas, y el espacio físico donde se encontraban queda desmontado. Esto se debería, a que el escenario y espacio donde están representadas, se compone meticulosamente para un fin concreto y de esta manera para una obra destacada. Resumiendo, fin de la obra, cambio de escenario para poder representar otra, desaparición de la anterior.

Estudiando el significado de a obra, lo primero reseñable es su diversidad, la cual depende del punto y del entendimiento de quien la esté apreciando. Recordemos, que por un lado, el espectador participa en la obra vitalmente hablando, y por otro, realiza, gracias al trabajo exhaustivo del entorno físico, la lectura de la misma. Como si de la lectura de una novela se tratase, el espectador se la puede llegar a imaginar, pero no solo eso, sino que también se hacen una básica idea de los pensamientos de la autora a la hora de componer la obra.

Hemos hablado del espectador, como figura física y activa en estas obras, pero no de su psicología ante la expectación de las mismas. El mismo puede llegar a imaginar que son palabras vacías que no fueron escuchadas, además de todo aquello que hemos dejado atrás en el pasado y que se ha ido perdiendo a lo largo del tiempo. De la misma manera, en el subconsciente del espectador, queda un cúmulo de palabras usadas en el día a día o en los medios de comunicación.

Otra de las cosas más importantes de la obra, es la muerte del autor, el cual desaparece cuando termina de componerla, es como si la protagonista única y principal fuera la obra. Echándole

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