EL HADA Y EL ANGEL
Enviado por • 17 de Septiembre de 2013 • 892 Palabras (4 Páginas) • 425 Visitas
EL HADA Y EL ANGEL.
Era una vez un reino llamado Mar Azul, estaba en una gran isla rodeada de un mar casi inexplicable, su belleza era inigualable, los delfines danzaban por la mañana y por la tarde los bancos de peces saltaban formando pequeños arco iris.
En sus bosques las hadas iluminaban sus senderos llenando de magia todo lo que a su paso estuviera. Mar Azul estaba gobernado por un rey cuya bondad, sabiduría, dedicación y amor era infinito.
La gente de su reino vivía muy feliz, excepto una sola persona, el hijo del rey, aunque el rey y su pueblo le daban todo para que sea feliz, el príncipe no lo era. Se decía que se lo veía caminar todas las mañanas por las playas y se sentaba en la costa a admirar aquellos delfines y su hermoso mar, nunca se desprendía una sonrisa en su rostro, en sus ojos se veía su tristeza, en sus gestos se notaba su dolor.
Una mañana en medio del mar el príncipe vio una embarcación que se acercaba, lentamente se divisaba como crecía en el horizonte. Pronto corrió a avisar a su padre de lo que pasaba.
EL pueblo, el rey y el príncipe se dirigieron hacia la costa para recibir a esta embarcación. Pronto ancló en su costa y un bote que a la lejanía era abordado, se dirigió velozmente hacia la costa. Todos estaban ansiosos de curiosidad, en es momento los ojos del príncipe cambiaron brutalmente, tomaron un brillo hermoso.
Había visto a una dama en medio de los demás tripulantes en ese bote, era una mujer verdaderamente hermosa, sus ojos eran como dos esmeraldas, sus cabellos suaves al viento le hicieron sentir al príncipe una sensación casi inexplicable, una sensación que jamás había sentido.
Pronto recibieron a los extranjeros, estaban de paso en busca de provisiones, ya que tenían un muy largo viaje a un continente, cual su nombre jamás recordaría. Los extranjeros se hospedaron en el castillo, la alegría del príncipe pronto se reconoció entre los sirvientes y el rey pronto organizó una fiesta muy especial y se lo comunicó a su hijo. Quizás esa fiesta sería la más grande que se organizara en su reino. Esa noche todos los habitantes de Mar Azul se acercaron, estaban todos invitados, las hadas salieron de sus bosques para ver la gran ocasión, las estrellas brillaban como nunca, la luna daba su hermoso esplendor sobre las colinas de aquel castillo, en sus jardines las luciérnagas no dejaban de resplandecer.
Llegó el momento del gran banquete, ahí estaba el príncipe con su traje real cuyos bordados estaban hechos de oro y plata. La dama vestía con un hermoso vestido bordado con perlas. Dicen que el príncipe y la dama no quisieron comer nada, solo estaban observándose y llegó la hora del baile real.
El príncipe se acercó suavemente y galantemente invito a la dama a bailar, ella aceptó ya que estaba más impaciente que aquel príncipe. Bailaron toda la noche, en momentos parecían que ellos estaban
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