ENSAYO DE COLEGIO

Mi segundo hogar

Cada etapa de la vida nos conlleva a aprender mas y mas pero sabemos que a los atraes de los años son pequeñas cosas las que recordamos en nuestra vida y lo sabemos muy Bien, es nuestro segundo hogar esas pequeñas instalaciones o grandes cada uno podemos recordar ese primer día ese día, donde tenemos sentimientos encontrados donde no sabemos quienes están mas asustados si los padres las personas que quieren lo mejor par las personitas mas importantes de su vida oportunidades que tal vez ellos no tuvieron.

Que ironía pero aunque suena frase de baúl “uno no sabe lo que tiene hasta” que lo pierde saben todavía tengo tan presente el olor fuerte de alegría de descansos, el parque de primaria tomando mis medias nueves esas que mi mami me empacaba la noche anterior y que mi estomaguito sonando con tanta hambrecita queriendo esa hora tan anhelada como era la hora del descanso. Recuerdo como si fuera ayer esos juegos al que no le encontraba ningún defecto a esos pequeñas cosas pero tan grandes que las veo ahorita en el grado mas superior .no puede ser que hasta este momento me de cuenta cuanto quiero a mi colegio cada rincón que me trae algún recuerdo diferente , el día que sentí mi colegio tan mió como la casa en donde vivo fue cuando conocí la verdadera amista en la que veo cada día mas de mi en esas personitas tan importantes para mi las que aprendí tantas cosas a las que les debo mucho, a las que me enseñaron a levantar ante cualquier dificultad por mas grande que fuera, a las que les debo mi adolescencia y parte de mi juventud.

Prácticamente el colegio un mundo de maravillas mi mundo que huele a calidez a comprensión, a tolerancia, a respeto, autonomía trascendencia, esos valores que cada día me doy cuenta que son la base fundamental de mi vida. Y que con tanto esmero los maestros, personas que quiere ver en cada niña que pasa por su vida una niña de bien para la sociedad a la que nos tenemos que exponer día tras día, esa sociedad que de algún modo quiere sacar provecho de nosotras pero a esas personas que no vemos la importancia en nuestras vidas sino que buscamos cualquier pretexto para irrespetarlos o renegar de su labor- esas personas que siento tan mías desde la profesora de primaria que con tanta dedicación me enseño lo fundamental de mi vida, a la que le saque mas de una canita por preguntar tantas cosas que queremos saber al instante esas preguntas que se veían tan insignificantes pero que resolvieron incógnitas muy grandes en mi edad de niñez, esa niñez que verdaderamente extraño. Esas tareitas que me parecían tan difíciles día a día pero las que me enseñaron a ser una persona que me esforzara para hacer las cosas cada vez mejor y que no me dejara llevar por la mediocridad. A las escucho y siento como si me hablara mi propia mama porque a ellas les debemos demasiado y a las que oigo por los corredores

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