ENSAYO SOBRE "LA SENCILLEZ" TOMÁS CARRASQUILLA
Enviado por alejis0210 • 25 de Abril de 2012 • 2.029 Palabras (9 Páginas) • 4.462 Visitas
“Es poco menos que imposible incorporar la ética en un plan de formación sino se conoce la naturaleza sencilla del hombre”
La ética y la sencillez como dualidad que se incorpora a un ser humano que desde el mismo momento en que nace por pura y física naturaleza humana van intrincadas en el proceso de formación del hombre son el sueño del proceso ideal de la creación de un individuo integral.
No hay nada más hermoso que la dulce y tierna expresión de un niño en los primeros años en los que se enfrenta a experimentar cada situación que le rodea. Por lo contrario, no hay nada más desilusionante que observar como ese niño a medida que se va haciendo hombre y va alcanzando un mayor nivel de intelectualidad se va volviendo mas egocéntrico y calculador a la hora de compartir el conocimiento.
Pero cuando inicia su proceso de formación académica y los conocimientos se van incrementando, a medida que avanza, su intelecto aumenta y con él su egocentrismo, estos seres se convierten en personas cerradas que solo les importa lo que ellos piensan, no toman en cuenta las opiniones de los demás creyendo que solo cuentan las suyas.
No podríamos decir que la sencillez tiene una fecha de nacimiento, ya que no es un invento sino algo innato del ser humano, aunque no todos la manifiesten de igual manera. La sencillez se desarrolla dependiendo del ambiente donde el individuo crece y principalmente de la formación que desde el hogar le brindan, debido a que no es la misma educación impartida en una familia guiada por conceptos de igualdad social a una familia donde su estilo de vida lo es todo, creen que por hablar con alguien que no tiene un estilo de vida semejante al suyo se va a ver afectada o discriminada por personas de su misma clase o pensamientos. Siempre se han visto este tipo de comportamientos en las personas; un ejemplo claro es como en la antigüedad la Burguesía menospreciaba a la clase mas baja por no pertenecer a su nivel social y como sus hijas solo podían casarse con los Burgueses porque no se querían ver emparentados con personas diferentes a su nivel social. Este es un ejemplo concreto sobre como la familia construye la barrera de la sencillez o la derrumba enseñándoles o no valores morales que contribuyan al enriquecimiento de la persona.
En nuestras relaciones sociales para ser aceptados por los demás a veces terminamos por adaptarnos a sus gustos, costumbres aunque muchas veces no sean las mas correctas, dejando atrás nuestra verdadera forma de ser y muchas veces dejando a un lado nuestros principios.
La palabra constitución viene de la esencia y calidez de algo, conformar, unir piezas, crear a partir de elementos. Desde el mismo momento en que venimos al mundo comenzamos a aprender y por ende a construir una personalidad a partir de un conjunto de aspectos humanos, culturales y científicos. El ser humano es el arquitecto de su propio destino y personalidad. Uno construye su vida y depende de la forma como lo haga que vendrá el éxito o fracaso (así que de nada sirve ser el mejor contador si no se tiene ética, cultura, si nos falta escrúpulos, si somos seres arrogantes y realizamos actos indebidos legalmente, si realizamos actos deshonestos, si no somos profesionales transparentes, como dicen vulgarmente “Las personas deben llevársela bien con todas las personas y actuar correctamente sino quiere terminar en un cementerio, cárcel o solo”).
“Todo aquello que se pule y se sutiliza demasiado, se hace endeble, susceptible y quebradizo; todo el que se complica mas de lo que se requieran, su misión y su carrera arriesga a enredarse, como los gallos hasta su propia traba”.
En el lenguaje por lo general las personas estudiosas recurren a usar términos poco comunes en el dialogo con personas que no propiamente conocen estos términos, lo que genera problemas para relacionarse con individuos de estudios inferiores, este fenómeno es llamado “tecnocracia” causada por la falta de sencillez para dialogar.
“La sencillez y la naturalidad son el supremo y último fin de la cultura”. Nietzsche.
Es necesario decir que la sencillez va ligada estrechamente con las aptitudes que como niños, jóvenes o adultos desarrollamos a lo largo de nuestra vida, sin embargo, dentro de este concepto no se permite un desarrollo exagerado del ser y de sus tendencias, por el contrario, lo que la sencillez busca es meramente el desarrollo necesario o indispensable para lograr nuestros objetivos y equilibrio perfecto de la vida. Se dice que aquel que se complica más de lo normal, o más de lo que requiera para cumplir sus fines siempre correrá el riesgo de enredarse a ver las cosas por su lado negativo y hacer de lo fácil algo totalmente difícil de comprender, es por eso que muchos pasan toda su vida buscando en los demás y en el exterior la felicidad, cuando esta simplemente radica en lo mas cercano y sencillo del ser humano. Un ejemplo para ilustrar lo que decíamos anteriormente son todos aquellos que en la búsqueda de su propio bienestar viajan al exterior, al supuesto encuentro de mejores oportunidades, de mejores propuestas laborales o educativas, viajando con la esperanza de hallar amor, una familia y estabilidad; pero es en realidad tan errada esta concepción del mejoramiento de vida, ya que no hace falta ver al horizonte, ver al exterior para encontrar todo eso con lo que se sueña, las oportunidades y el amor están a nuestro alrededor , todos hablan de que no hay trabajo en esta ciudad (Medellín); pero el problema no es que no existan oportunidades, el problema es que estamos cegados, nos complicamos buscando donde, mas no como podemos generar un ambiente de propuestas, Decimos que nadie nos valora que las grandes empresas no nos dan buenos empleos, entonces donde queda el preguntarnos el ¿Por qué?. Seguramente que si no nos valoran ni aceptan es porque aún no hemos comprendido que la sencillez en nuestra forma de ser, en nuestra forma de actuar y pensar es lo que nos abre las puertas al bienestar.
¿Habrá sencillez en Medellín?
¡Ojalá! Nos hemos metido a grandes, y no alcanzamos a medianos; a
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