ENSAYO SOBRE ORALIDAD Y ESCRITURA

La escritura literaria se diferencia de la llamada escritura objetiva en que mientras la escritura objetiva debe ser fiel a un objeto, y ser fiel a un objeto implica desensibilizarse afectivamente de él, la escritura literaria, por el contrario, parte desde una afectividad cultivada, una afectividad estética. Es muy importante comprender esta diferencia, pues quienes desean cultivar la escritura literaria, cometen el error de escribir desde la objetividad, desde la nada afectiva, desde la falta de sensibilidad.

El escritor literario falto de arte comete el error de ser objetivo, entonces describe una acción objetivamente, con detalles objetivos, no estéticos ni afectivos. Con el paso del tiempo, puede ir corrigiendo este error técnico, pero sin percatarse de qué está haciendo. La objetividad está demasiado inculcada en nosotros. Es más, muchos de los grandes escritores de los últimos tiempos, han comenzado su carrera como periodistas, por lo que han estado viciados por el sesgo objetivista.

¿Cómo actuaría un escritor literario? En primer lugar podría elegir un tema de escritura, luego de tener el tema puede desarrollar una idea del sentimiento que desea se convierta en la matriz del texto -misterio, amor, odio, deseo, etc.-, en tercer momento puede definir los efectos estéticos. Teniendo el sentimiento general del tema, puede aprender a cultivarlo, poco a poco se irán definiendo en su conciencia las palabras claves que expresan el tema, y el texto ira desarrollándose por sí solo.

El escritor literario escribe desde un sentimiento estético. Al proceder de esta manera el texto va escogiendo las palabras y los datos a emplear, pero cuando se escribe desde la objetividad, los textos parecen descripciones forenses, sin nada de gracia, sólo palabras y más palabras que nada comunican.

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