Ecos Urbanos

Cuenta la historia de un joven al que su abuelo, en su lecho de muerte, le regala un reloj Cartier. El joven no tenía buena situación económica, al contrario, vivía en una familia muy humilde. Por lo tanto, el reloj era lejos lo más valioso que poseía.

Este joven deja el Colegio y comienza a hacer “trabajos” para un hombre llamado Gutiérrez; estos trabajos no eran muy honestos que digamos.

Un día se encuentra con Gutiérrez en una fuente de soda, le da unas llaves y le da instrucciones de dirigirse a un pequeño hotel, a la habitación 506. Allí debe esperar hasta las 12 de la noche para encontrarse con un hombre que le debía dar un paquete.

Aprovechando la oportunidad, el joven invita a su “polola” llamada Beatriz a la habitación, en donde por primera vez harán el amor. Están allí toda la tarde, hasta que cerca de la medianoche llega el hombre que le debía entregar el paquete a la habitación.

El hombre tenía apariencia de ser un hombre con mucho dinero, y se molestó al ver a Beatriz como testigo de aquel “negocio”. Empezaron a discutir hasta que el hombre vio el reloj Cartier sobre el velador, lo tomó y quiso quedarse con él. Le ofreció dinero al joven a cambio del reloj, pero él no aceptó.

El hombre intentó sobrepasarse con Beatriz, pero ella desistió. Luego de un rato fue ella quien intentó seducirlo, lo besó un par de veces y luego, en un descuido, lo agarró de su entrepierna, el tipo soltó el paquete que estaba lleno de billetes y el joven aprovechó para tomarlo de la chaqueta y empujarlo hacia la ventana.

Finalmente le pudo quitar su reloj al hombre, mientras Beatriz tomaba todos los billetes que podía. Arrancaron en un taxi.

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