Ejercicios de asimilación
Enviado por miguelina23 • 21 de Octubre de 2013 • Tesis • 2.353 Palabras (10 Páginas) • 254 Visitas
UNIVERSIDA ABIERTA PARA ADULTOS.
Ciclo Básico.
Miguelina Damaris Ramírez García.
(13-4095).
Carrera: Contabilidad.
Materia: español II.
Profesora: Bernarda Polanco.
Actividades de la cuarta semana
Producción de textos (UNIDAD XI)
I.- Ejercicios de asimilación
1.- Describe las etapas del proceso de producción de un texto discursivo.
Definición de propósitos: Se establece el propósito del escrito. O sea la finalidad con que se ha escrito el texto.
Documentación: Aquí es donde se buscan las ideas por medio de la investigación.
Planificación: Aquí es donde la documentación ya recolectada se procede a clasificarse y a dárseles orden.
Redacción del borrador. Aquí es donde las ideas fluyen de la mente o salen a relucir mentalmente. En este momento no importara los errores que tenemos si no mejorarlos.
Corrección del borrador: Aquí es donde se pulen las ideas, donde se precede a verificar.
2.- En base a lo que has estudiado, expón tu opinión acerca del porqué se considera que la producción de textos es un proceso y no un acto único.
Todos los que han optado por adquirir una profesión enfrentan la necesidad de escribir para reportar el conocimiento adquirido tras una lectura analítica, comentar un aspecto de la realidad, hacer un informe; en fin, por muchos y diversos motivos escribir es un reto que presenta la vida moderna.
En tanto que la función primordial de la lengua es compartir ideas, sentimientos y experiencias con otros, el aspirante a comunicador tiene que garantizar en su discurso la claridad, coherencia, propiedad, corrección originalidad y naturalidad.
3.- Explica las razones por las cuales la documentación es esencial antes de empezar a escribir.
Esta es de suma importancia ya que cuando tenemos la documentación entonces precedemos a juntar ideas, ponemos a trabajar nuestra mente y a partir de hay elaboramos nuestro primer borrador.
4.- Define las cualidades del buen estilo también llamadas del buen expositor.
La coherencia: es el orden lógico de los elementos del discurso cuando este ha sido bien pensado y mejor planificado. Podemos pensar en coherencia como la conexión intima ente las ideas vertidas de manera oral por un escrito, ya que es el resultado de una sola intención comunicativa.
La propiedad: se refiere al uso de cada palabra dentro del contexto que le es propio, y con el significado que realmente seria.
La precisión: esta características se logra cuando se eligen las palabras más cargadas de significado, lo cual garantiza que no se tenga que ocurrir a nuevos vocablos para añadir o especificar el sentido del mensaje.
La originalidad: cualidad que se hace presente cuando quien escribe hace gala de su propio estilo por más que el tema haya sido tratado por múltiples exponentes.
La naturalidad: característica especial del texto discursivo. Implica exponer las ideas de manera sencilla y sin artificios.
Claridad: se logra cuando el interlocutor puede recibir el mensaje con la misma intención con que fue concebido, incluso con las connotaciones que el emisor quiso darle.
5.- Describe por lo menos tres pautas para corregir el borrador que consideres de particular beneficio.
1.- prefiere los párrafos medianos, de cinco o seis oraciones. Verifica que cada una de ellas comience con una palabra distinta, incluso que tenga una función gramatical diferente: articulo, sustantivo, adjetivo, verbo adverbio, ordenador textual. Ello combinara a la creación de interés.
2.-mezcla oraciones largas con oraciones breves este recurso por si solo suele reportar una cierta variedad al escrito, a la cual no conviene renunciar.
3.- no caigas en la tentación de adornar cada sustantivo con un adjetivo; y asimismo es contraproducente determinar cada acción por medio de un adverbio.
II El siguiente texto aparece desordenado. Léelo cuidadosamente, y dispón los párrafos tal como lo hizo la autora, Marie Pierre Leray. Luego realiza los ejercicios que aparecen más abajo:
“La presencia de un animal cerca de un niño es extremadamente benéfica para éste, y no sólo en la escuela. En el reciente congreso de Filadelfia sobre los problemas de la infancia, un joven pediatra norteamericano presentó una comunicación que fue juzgada “alucinante” por los otros congresistas. En ella se puso en evidencia los efectos tranquilizadores de la presencia de un animal. En efecto, ese joven pediatra pudo comprobar, en los niños que visitaba, diferencias notables en el nivel de la tensión arterial en función de la presencia o no de un animal en el gabinete.
En muchas escuelas modernas se ha adquirido la costumbre de tener animales. Los maestros y maestras se han dado cuenta de que la presencia de un animal humanizaba el marco. En efecto, los niños volvían más contentos a la clases “para ver de nuevo el perro o al pájaro”.
Es mucho lo que se ha hablado de los animales domésticos y de sus ventajas. En esta oportunidad, nos proponemos destacar los aspectos positivos en la relación animal doméstico-niño y demostrar que esa benéfica influencia es ejercida en diferentes aspectos de la vida infantil.
Si tomamos en consideración que los animales domésticos tienen un efecto tranquilizador sobre los niños ayudan a hablar más pronto y los benefician en su sociabilización, entonces no dudaremos en ofrecerle a nuestros niños cualquiera de ellos. No dude, pues, más si debe decidir la compra de un perro. Sus consecuencias positivas van muy por encima de los aspectos negativos.
Ha sido igualmente comprobado repetidas veces que los niños víctimas de trastornos menores del comportamiento sacan grandes ventajas de la presencia de un animal. Por ejemplo, los híper-revoltoso, que tienen reputación de romperlo todo, se muestran más cariñosos y menos insolentes cuando se les ofrece un animal.
Pediatras y pedagogos reconocen que el niño habla más pronto y hasta estructura mejor sus frases, si vive con un animal. Parece imposible que un animal, mudo por definición, pueda ayudar a un niño a hablar mejor. Y, sin embargo, su presencia es, en realidad, un elemento que tranquiliza al pequeño. Así, el niño, más seguro de sí mismo, “sostenido” en cierta manera por su compañero de juegos, se siente más fuerte y se lanza más fácilmente en la tarea de expresarse con claridad”.
(Marie Pierre Leray, “Los animales domésticos y los niños” citado por Félix Fernández
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