El Callejón Del Diablo (Diálogos)

El Callejón Del Diablo

(Diálogos)

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Hasta hace algunos años existía, a corta distancia de lo que hoy es el centro de la Ciudad de México, una estrecha callejuela conocida con el nombre del Callejón del Diablo.
Empezaba en el descampado de la calle de San Martín y desembocaba en la calle de la Zanja.

Aquella callejuela de tenebroso nombre, estaba formada por un pasadizo sombrío, bordeado de árboles frondosos, que además atravesaba un paraje solitario. Dentro de ese paraje, se encontraba una casucha humilde y de nulas comodidades, habitada por un enfermo de tuberculosis, muy común en aquellos años. Como bien se puede comprender, ya sea por el enfermo, por el nombre del callejón o quizá por la oscuridad, pocas personas se aventuraban a tomar el callejón de día y mucho menos de noche, ya que después del ocaso reinaba una lúgubre oscuridad.

Los habitantes, además, contaban que a las 12 de la noche, en el mencionado callejón se aparecía el Diablo, situación que entre los jóvenes resultaba toda una odisea digna de enfrentarse.

-No vayan por allá a las 12 de la noche-dijo una señora.

-Son puras patrañas- dijo un hombre alto, rico y de piel blanca.

-señor le pedimos que no vaya- un anciano contestó

-jajaja- (dio una carcajada) mejor me voy – dijo para después irse

En cierta ocasión, un hombre bravío y haciendo gala de su valentía, ignoró todos los avisos que del callejón se decían y tras una amena reunión con sus amigos, los reto a atravesar por el pasaje. En cierta ocasión, un hombre bravío y haciendo gala de su valentía, ignoró todos los avisos que del callejón se decían.

(Llegando al anochecer)

- (el señor llega con unos amigos a un bar)

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-señores, les propongo entrar al callejón a las 12 de la noche y van a ver si don diablo se digna a aparecer– dijo un hombre.

(Todos se estremecieron, ya que ninguna persona podía recordar al espíritu, además si lo veías no volvías a tener una vida normal.)

-jaja (todos voltearon a ver)

-yo demostrare que no hay ningún espíritu maligno-dijo el señor

-no seas muy presumido-le contesto un joven de pelo cafe

-apuesto que saldrá con vida-dijo una mujer

(así empezaron a dar sus apuestas)

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 (En las 12 de la noche)

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 < (superare la prueba y me llevare un poco de dinero)-pensó el señor

(camino un poco más, perdiéndose en la oscuridad del callejón)

-si da un poco de miedo-dijo

< (alguien me sigue, siento su mirada clavada en mi)- (empezó a caminar un poco más rápido)

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(alzo su mirada y vio enfrente de él, una persona con capucha negra)

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QUE QUIERES DE MI? – grito el hombre

Que quiero de ti?-dijo el encapuchado con voz ronca

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