El Elefante Y Los Seis Sabios Ciegos

ANÁLISIS

“EL ELEFANTE Y LOS SEIS SABIOS CIEGOS”

Es obvio que en todo proceso de comunicación la información debe ser completa y clara, para que esta sea asimilada de la misma forma, ya que cuando el mensaje es distorsionado es posible que se le den diferentes interpretaciones, y por lo tanto diferir con aquellos que han comprendido de forma disímil el mismo mensaje. Esto suele ocurrir cuando la información que transmitimos es errada, fragmentada o difusa.

No olvidemos que en el proceso de comunicación intervienen diferentes actores como el emisor y el receptor, además del mensaje como tal entre otros.

Cuando el emisor del mensaje no es claro en su idea y no tiene en cuenta la estructura de esta ni su forma de comunicarlo es posible que el receptor tenga otras interpretaciones muy diferentes y tal vez opuestas a lo que realmente quiere comunicar.

Un claro ejemplo de este hecho es la lectura “El elefante y los seis sabios ciegos” donde cada sabio ciego interpretaba lo que sentía únicamente por partes y no en un todo, es decir, cada sabio interpretaba la parte que sentía como si fuera la totalidad del mensaje sin darse cuenta que había más, por lo tanto podría decirse que la información para cada sabio era fragmentada.

Es también importante que el emisor del mensaje utilice un lenguaje apropiado, ya que según el tema pueden haber muchas interpretaciones para un mismo tema, o para un mismo vocablo, y los públicos para cada tema también pueden ser diferentes.

Este hecho queda claro al ver que cada ciego interpretaba cada parte del elefante según los que conocía.

En conclusión cuando se va a exponer una idea es muy importante:

• tener claro el tema para así mismo difundirlo.

• Utilizar un lenguaje adecuado y acorde con la materia de la cual se va a tratar.

• No dejar ideas sueltas, que den pie a otro tipo de interpretaciones.

• Expresar la información de forma puntual, y completa de modo que esta no sea interpretada de forma errónea.

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