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El Monje Que Vendio Su Ferrari


Enviado por   •  12 de Diciembre de 2013  •  2.563 Palabras (11 Páginas)  •  209 Visitas

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La historia trata sobre un abogado llamado Julián Mantel egresado de Harvard, que tenía todas las comodidades económicas pero aun así no era feliz, además la vida que llevaba llena de estrés lo llevaba a un colapso emocional y físico provocándole serios problemas de salud que podrían provocarle una muerte a temprana edad. Un día le dio un infarto en un tribunal es por eso que su médico le dijo que o dejaba su trabajo como abogado o que renunciara a su vida.

A Julián Mantel le dio un ataque cardiaco en mitad de una atesada sala de tribunal. Era uno de los más sobresalientes abogados del país.

Julián era un hombre duro, dinámico y siempre dispuesto a trabajar dieciocho horas diarias para alcanzar el éxito, que decía, era su destino.

En su despacho tenía una cita enmarcada sobre su escritorio de roble y esta evidenciaba que clase de hombre era Julián.

Venia de buena familia, pues su abuelo fue un destacado senador y su padre un reputado juez federal.

Un buen día eligió a John como ayudante para un caso de asesinato, estos lo ganaron, entonces Julián lo invito a quedarse en el bufete como asociado, y fue así como iniciaron una buena amistad.

Julián se escondía bajo una envoltura de irritabilidad, pero en realidad era una persona que se preocupaba por los demás. Estaba obsesionado con su trabajo.

Cuanto mas tiempo pasaba John con Julián, se percataba de que parecía tener un deseo de muerte, nada le satisfacía.

Al final su matrimonio fracaso, ya no hablaba con su padre y, aunque lo tenia todo, aun no encontraba lo que estaba buscando.

Había perdido el sentido del humor y a sus cincuenta y tres años, tenía el aspecto de un hombre de setenta años. En palabras de John la chispa de Julián había empezado a fallar.

Era su frenético modo de vida el que lo hacia candidato a una muerte prematura.

El ataque cardiaco que sufrió un lunes por la mañana lo devolvió a la tierra y lo asocio de nuevo a su calidad de mortal.

Después del ataque cardiaco que sufrió Julián, decidió abandonar el bufete, para irse a la India. Había vendido su residencia, su avión, su isla y su Ferrari.

John se preguntaba que habría sido de Julián ya que a pesar de la amistad que había entre los dos, el no tuvo la cortesía de despedirse de el. Tampoco acepto que lo visitara en el hospital y no recibía sus llamadas.

Un día John recibió en su despacho una visita. Era Julián quien estaba muy cambiado y aquella tez espectral, tos crónica y esos ojos inermes habían desaparecido, pues ya no tenia aspecto de viejo ni esa expresión enfermiza que se había convertido en su distintivo, al contrario parecía gozar de excelente salud y su rostro sin arrugas se veía radiante.

Al estar en la india viajo de aldea en aldea, aprendiendo nuevas costumbres, contemplando paisajes eternos y amando cada vez mas aquel pueblo maravilloso.

Fue en ese lugar que empezó a sentirse más sereno y jovial. Lo más importante era que había recuperado la risa. Cuanto más exploraba, Julián escuchaba hablar de unos monjes hindúes, quienes pese a su avanzada edad conservaban toda su energía, vitalidad y juventud.

Para Julián no fue difícil vender todas sus cosas como su Rolex y su caballo de carreras, como alguna vez dijo Albert Camus “la verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente” y así hizo Julián. Cuando dejo de ocupar de los grandes placeres de la vida, empezó a disfrutar de los pequeños.

El primer paso real llego cuando Julián llevaba siete meses en la india. Fue estando en cachemira, cuando conoció al yogui Krishnan, quien también había sido abogado.

El yogui le hablo a Julián de un grupo de sabios que vivían en las cumbres del Himalaya, quienes, contaba la leyenda que habían descubierto un sistema para mejorar profundamente la vida de cualquier persona. Le dijo que si buscaba las llaves de oro de la salud, la felicidad y la realización interior el no podía ayudarlo. Pero los Grandes Sabios de Sivana podrían ayudarlo.

El problema era que nadie sabía donde vivían. Pero como Julián no se daba por vencido fácilmente a la mañana siguiente se puso en busca de la tierra perdida de Sivana.

Después de siete días de viaje, Julián por fin dio con uno de los tan buscados sabios. Él le conto su vida, lo que había dejado atrás para venir a la india, la crisis por la que había pasado. el sabio decidió ayudarlo. Le reconoció a Julián ser la primera persona que los encontraba después de muchos años.

Entonces el sabio decidió llevarlo como su invitado al templo, donde estaban los demás monjes. Prometió a Julián enseñarle los principios y prácticas que sus antepasados les habían transmitido. Antes de esto hizo prometer a Julián que al aprender las verdades eternas, debería regresar a su país y hacer partícipes de tal sabiduría a cuanto lo necesitara. Julián acepto de inmediato.

Tras andar por horas, por largos caminos y sendas herbosas, llegaron aun verde y exuberante valle, una tierra de fantasía. El sabio se presentó, se llamaba yogui Raman, era el más viejo de los sabios y líder del grupo.

El yogui Raman acompaño a Julián a su aposento, una cabaña cubierta de flores. Aquella aldea de rosas no le aprecia del todo extraña, su intuición le decía que su sitio estaba allí.

Y así comenzó la vida de Julián entre los sabios de Sivana, una vida de sencillez, serenidad y armonía.

Los sueños de los grandes soñadores jamás llegan a cumplirse, siempre son superados.

Cuando John escucho todo lo que Julián había vivido en el Himalaya, se daba cuenta de que su alma se había ido oxidando. Entonces John se lleno de ansia por aprender el método de la vida esclarecida que los sabios le habían transmitido.

Los monjes hicieron miembro honorario de su grupo a Julián y le trataban como parte integrante de la extensa familia. Ansioso de ampliar sus conocimientos sobre los mecanismos de la mente el cuerpo y el alma, Julián pasó todos sus momentos de vigilia bajo la tutela del yogui Raman.

Las sesiones empezaban antes del alba, el yogui Raman llenaba su mente de ideas sobre el significado de la vida y técnicas poco conocidas para vivir con mayor creatividad, vitalidad y satisfacción. Le enseñaba viejos principios, que cualquiera podía utilizar para conservarse joven y ser más feliz.

Al mes de estar aplicando los principios y técnicas de Sivana, Julián había empezado a cultivar una profunda sensación de paz y serenidad interior que jamás había alcanzado. Julián prometió a John compartir con el todo el saber que había adquirido.

Julián le hablo a John de las antiguas técnicas que había aprendido para controlar

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