El Seguimiento Religioso Del Gaucho Miseria

En la historia de Alberto Güiraldes, titulada “El gaucho miseria,” el autor narra la historia de un herrero que, en los tiempos de antigüedad, se encuentra con Jesucristo y Lucifer. En este ensayo, exploraremos el seguimiento religioso del gaucho y las consecuencias de sus decisiones.

El sentimiento religioso de Miseria es de desinterés, nunca se preocupó por navegar una vía que lo condujera al Paraíso o al Infierno. Al principio del relato, el acto de no cóbrale a Jesucristo, crea la impresión que Miseria es un hombre humilde y de corazón noble. La ilusión pronto desaparece cuando Jesucristo le concede tres gracias. La rapidez, con la cual Miseria pide los dones, hace evidente que el gaucho astuto había, con premeditación, contemplado la posibilidad que se le presento ese día. Cuando poco después aparece un Diablo en la herrería, Miseria desarrolla una estrategia que toma por sorpresa a los diablos y al mismo Lucifer. Al efectuarse la tercera gracia, para librarse del encierro y los golpes del martillo, el Rey de los Infiernos no tiene otra opción que librar al gaucho de su deuda. Miseria vive por mucho tiempo en un mundo egoísta y sin límites. Durante este periodo, Miseria realiza todos sus deseos sin contemplar consecuencia alguna. Al final, Miseria, ya cansado de vivir una vida loca, decide morirse. Ya muerto, llega a las puertas del Paraíso y San Pedro lo rechaza por tener un alma mañosa. El gaucho decide proceder al Infierno donde es nuevamente rechazado.

En conclusión, la ausencia del seguimiento religioso condena al gaucho a una eternidad sin reposo. Con toda su astucia, el herrero nunca contempló las consecuencias de su disposición mañosa. La miseria, como se conoce hoy, no discrimina y traiciona todo lo que cruza su camino, tal como lo hizo con Jesucristo y Lucifer.

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