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El Viejo Y El Mar


Enviado por   •  5 de Mayo de 2013  •  1.835 Palabras (8 Páginas)  •  353 Visitas

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EL VIEJO Y EL MAR

Se desarrolla en Cojimar un pueblo ubicado en la Habana, Cuba. Escrita por Ernest Hemingway en el año 1952. El viejo y el mar es una conmovedora historia de un anciano y valiente pescador que no se deja abatir por la adversidad. Esta obra nos representa la lucha y los afanes de la humanidad por sobre vivir, en la corriente del Golfo el viejo hombre de mar “Santiago” y gran pescador lleva 4 días sin poder tener una pesca. El muchacho “Manolín” a quien le ha enseñado todo lo que el viejo sabe, se ve obligado a separarse de él. Pasan unos días de frustración, pero el viejo no se desanima, en él está la ilusión de atrapar un gran pez, con el fin de apagar la mala suerte que lleva durante 84 días.

Santiago, el viejo, es el protagonista de la novela que en el transcurso siempre se comporta de la misma manera, su personalidad no varía, mantiene constante su carácter y su manera de afrontar las cosas frente a cualquier situación desde que empieza la obra hasta que el viejo termina soñando con el leones marinos. Su postura física es la de un viejo pescador con una edad aproximadamente superior a los 60 años, pero con suficiente fuerza y firmeza como para sostener por un tiempo de tres días un sedal catalán. (Trozo corto de hilo fino y muy resistente que se ata por un extremo al anzuelo y por el otro a la cuerda que pende de la caña de pescar).

El viejo se proyecta como un ser humano orgulloso, muy reservado y con una dignidad extraordinaria que, a pesar de la edad que posee se propone metas y él las desea cumplir, él no espera regalos de nadie ni menos que le caiga algún milagro del cielo divino o del destino, él lucha, defiende y trabaja para conseguir las cosas, cumplir con su ilusión poder pescar un pez espada grandísimo en el que le pudieran pagar la libra a un precio más alto.

Santiago tenía como costumbre, preparar la carnada, hablar solo, pues no estaba acompañado, después de la muerte de su esposa con la que tanto pensaba. Él se sentía solo, no recordaba desde cuándo comenzó a hablar en voz alta. El muchacho le hacía de gran ayuda, le tenía cariño por haberle enseñado a pescar y en él, el viejo se veía reflejado también ese sentimiento cuando el muchacho le llevaba comida y este le pregunta de dónde la trae y quien se la da, muchas veces sino fuera porque tenía que alimentarse y todo por su orgullo no le aceptaría nada al muchacho, estaba cansado de la comida regalada; Al tener esa actitud quizás, muchas personas se verían reflejados, que aunque no tengan nada, buscan como resolver sus problemas y su dificultad, sin aceptar ayuda económica y de otras personas, tanto de los desconocidos como de seres queridos y más allegados como fue el caso. Un tipo de persona que se puede proyectar a las miles de personas que son pobres o bajos de recursos financieros, pero que poseen una personalidad muy humilde y a la vez tan fuerte, que son el tipo de personas que requiere este mundo para poder seguir y tener un mejor porvenir.

“…Que vamos a comer? Frijoles negros con arroz, plátanos fritos y un poco de asado... ¿Quién te ha dado esto? Martín, el dueño tengo que darle las gracias... -Le daré la ventrecha de un gran pescado... ha hecho esto por nosotros más de una vez".

No somos los únicos que padecemos grandes dificultades y en muchos casos, estamos en una preciada posición por lo que las lamentaciones son innecesarias para lograr algún fin.

Al leer las primeras páginas de la obra, además de observar las características antes mencionadas, el viejo posee en su vivienda unos cuadros del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen del Cobre; al leer eso me hace pensar que el viejo era devoto o por lo menos creyente de la religión católica, de cumplir algunos de los sacramentos que rige esa religión, como su bautizo, comunión, matrimonio, etc.

El viejo un católico, como muchos lo eran en la época pre-castrista, porque el sistema comunista aplicado a reducido a un pequeño margen la creencia en la isla. Esa creencia del viejo, junto con la fe, la fuerza de voluntad y las ganas que tiene el viejo para poder realizar cualquier cosa que el viejo se proponga y él lo pueda lograr con ayuda del todopoderoso.

En el texto observamos lo siguiente:

"... En las paredes, de pardas, aplastadas y superpuestas hojas de guano de resistente fibra, había una imagen en colores del Sagrado Corazón de Jesús y otra de la Virgen del Cobre".

Otro aspecto del viejo, es que se puede considerar como un gran economizador, debido a que el muchacho le ofrece otras carnadas u otras sardinas para pescar y el primero termina las que tiene de hace días y después de eso si no tiene más, tiene que utilizar las que el muchacho les dio. Esto representa a un hombre, que al proyectarlo a otra persona, lo vemos como el que recicla hojas al utilizarlos a su máxima

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