El estridente sonido de la nada

EL ESTRIDENTE SONIDO DE LA NADA.

I

En el preciso momento en que el tiempo se detiene, los problemas dejan de afectar, las necesidades pierden su importar y la vida termina con su existir; poco a poco se escuchan los pasos de la muerte que penetra en nuestra existencia y la línea de la eternidad que nos asusta de repente sin consideración. Si bien todo se define como un proceso que no va terminar nunca, sabemos que sí tiene un fin. Pero… ¿Cómo es el fin de algo infinito? Pues es muy sencillo… En el momento en que mueres todo se detiene como el tiempo, todo cambia, todo eso deja de importar y todo se olvida, ¿o no?

Alejandro es un artista cuyo momento de inspiración siente que está por finalizar. Sin embargo, él piensa que para recuperar su creatividad tiene que estar sólo; Por lo tanto, toma la decisión de aislarse de toda persona, refugiándose en una vieja cabaña en los bosques. Pasan los meses en los cuales cree haber vuelto a encontrar su creatividad. Al estar a punto de acabar el verano, se da cuenta que necesita seguir estando sólo, sin nada ni nadie. Muchas ideas son las que tiene; sin embargo, la que más se le ha fijado en la mente es la del suicidio. Alejandro no ve la muerte como el final de todo, sino como la oportunidad perfecta para no hacer nada más que organizar sus ideas y pensamientos; entonces, toma la decisión de quitarse la vida dejando bastante dinero para que fuera posible traerlo de regreso a la vida. Claro, tan pronto la tecnología lo permitiera. Suena como una locura, en especial, tomando en cuenta que no hay ninguna garantía de que sí sea posible traerlo de regreso. Pues traer a alguien de la muerte sólo se ha leído en novelas de ciencia ficción o en películas de las más taquilleras

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II

– Alejandro, no te puedo dejar hacer eso. –dice su pareja Mariana muy preocupada.

– Mariana, entiéndeme, necesito estar sólo, requiero ese tiempo conmigo mismo para poder saber lo que querré hacer en lo que quedé de mi vida. –interrumpe Alejandro.

– Quieres despertar tan pronto como la tecnología lo permita, te lo repito, esto es una locura creada por tu pensamiento trastornado.

– Necesito estar sólo, trata de entenderlo.

– La gente se suicida cuando ya no quiere vivir, no cuando necesita un tiempo para después sentirse vivo, entiéndelo tú, es una locura lo que piensas, discúlpame, pero no me quedaré para verte cometer el peor error de tu vida.

– La soledad es vista como algo malo, algo que la gente se ha ganado o a luchado por permanecer inmersa en ella. Algunos dirían que es mala y la definirán como una prisión psicológica y física; sin embargo, otros lo vemos como privacidad o intimidad, simplemente lo definimos como la parte más profunda en que una persona comprende sus sentimientos, su vida familiar o sus relaciones sentimentales, más no es correcto pensar en ella como ninguna de esas dos maneras. Algunos ven a Dios como el ser que nos guía al paraíso y al Demonio como el ser que nos guía al infierno, por otro lado, hay quien no cree en ninguna de las anteriores.

A los pocos días el hombre se quita la vida para así poder tener el tiempo suficiente, ese tiempo que anhela para pensar en lo que hará después en su vida personal y artística. En la cabeza de un muerto uno podría pensar que lo único que queda es la nada absoluta, el estridente sonido de la nada. Alejandro pensaba que más que una nada era un mundo infinito de pensar, ya que no habría nada ni nadie que lo detuviese.

III

Pasaron los años, muchas cosas ocurrieron, el Hombre llegó a la luna, orbitó la propia tierra, clonaron un ser vivo, se terminó el colisionador de hadrones; incluso las computadoras se hicieron tan pequeñas como para caber en la palma de una mano. En fin, a mediados del siglo XXI que la tecnología lo pudo permitir y con los ahorros que Alejandro había dejado un siglo atrás se le puso pausa a su momento de pensar.

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