El extraño retorno de gazofilacio
Enviado por omarcuellar • 3 de Abril de 2013 • 2.224 Palabras (9 Páginas) • 322 Visitas
El extraño retorno de gazofilacio
No hace mucho tiempo existió un singular personaje llamado Gazofilacio, mejor conocido como “Gazo” entre los mortales. Era de origen judío, tenía 22 años y vivía en alguna parte del planeta… Era un personaje del cual se podía decir a simple vista que era inquieto, audaz, pícaro, con una tendencia algo esnobista, pero siempre dominado por su noble corazón. Su vida transcurría tranquilamente en aquella bella ciudad llena de mujeres hermosas y con actividades siempre entretenidas para todas las edades; le encantaba ver pasear a las muchachas por la tarde y estar con sus amigos riendo y gastando una que otra broma pesada de vez en cuando.
Cierto día meditando a la sombra de un árbol vio pasar a una linda mujer que nunca había visto en la pequeña ciudad donde vivía, tanto le llamó su atención esa mujer que quedó petrificado ante tanta hermosura. La mujer solo se limitó a sonreírle al verlo sentado bajo del árbol y a seguir su camino hasta perderse de la vista del “cupificado”. “Gazo” volvió en sí, y sintió que su corazón latía con mayor fuerza y a mayor temperatura. Rápido se levantó, cual hombre que se sienta por accidente en un hormiguero, y se dirigió a su humilde casa pensando en aquella bella mujer que vio y con el deseo de volver a verla.
Al siguiente día nuestro enamorado se empeñó en buscar por toda la ciudad a tan hermosa mujer que había visto, salió con tanto afán de su casa que olvidó cerrar bien la puerta de esta. Preguntando a diestra y siniestra por su “amor” pasó todo el día sin obtener benévola respuesta inclusive de su amigo el frutero, que viéndole triste le obsequió una naranja que él guardo en su gorro, así, se encaminó hacia su casa al caer la noche, algo triste pero con la esperanza de encontrarla al día siguiente. Estando a escasos metros de su casa vio que la puerta estaba abierta, asustado corrió hacia la casa al ver semejante hecho, y cual fue su sorpresa al ver que todo le habían arrebatado, inclusive su humilde lecho el cual era sagrado para él. Una terrible angustia le invadió el cuerpo y solo maldecía su suerte y su torpeza, puesto que lo que le habían robado era todo lo que tenía. Muy triste salió de su casa con dirección a un gran rio en el bosque que estaba cerca de su hogar con la intención de quitarse la vida ahogándose; al llegar al rio se lanzó desde un alto borde en medio de la oscuridad, pero para su mala suerte cayó en una parte del rio poco profunda, dándose tremendo porrazo en la cara y fracturándose una muñeca. Levantándose “Gazo” de tan tremenda caída, más por enojo que por ganas, que comenzó a golpear al rio con mucha furia y maldiciendo a todos los dioses desde Shiva y Odín hasta al mismísimo Zeus.
Calmada un poco su tremenda furia ocasionada por su mala suerte e imprudencia salió del rio agotado por tantos golpes acuáticos que se recargó sobre una gran piedra cercana para disponerse a descansar, puesto que ya eran horas avanzadas de la noche. No tenía “Gazo” ni una hora de dormido cuando una sombra femenina lo despertó con voz adolorida diciendo:
-“Por favor ayúdame muchacho”.
“Gazo” se incorporó algo asustado y extrañado por encontrar ahí a esa extraña mujer que aparentaba no más de 40 años de edad y que se sujetaba el costado izquierdo de donde unos hilos de sangre le escurrían de donde se sujetaba. “Gazo” le preguntó que por qué se encontraba en ese estado media moribunda a lo cual la mujer no pudo responder porque un individuo salió entre el bosque con un “Kriss” (cuchillo ondulado) en la mano y arremetió contra “Gazo” derribándole al suelo quedando nuestro “héroe” debajo del maniaco que intentaba hundirle semejante arma mortal en la garganta. “Gazo” logró quitárselo de encima con un buen empujón con las piernas haciéndole dar una vuelta al asesino que se apresuró a ponerse de pie con su daga en la mano. El loco se le arrojó pero “Gazo” tuvo una frutal idea, se quitó el gorro de encima y tomando su naranja que su amigo el frutero le había regalado se la lanzó con tal furia y tino que le logró dar en un ojo y lo dejó medio ciego puesto que se le reventó en la cara y el ácido cítrico le entró en ambos ojos. Aprovechando su ceguera, “Gazo” lo golpeó hasta dejarlo inconsciente.
Terminado el incidente se apresuró a atender a la mujer…
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El joven “Gazo” apresurándose en atender a aquella mujer que ya estaba en estado inconsciente, sufriendo de una gran hemorragia, notó algo muy familiar en ella, pero dejó de preocuparse de aquello, y se dirigió directamente al hospital más cercano, cargándola entre sus brazos hasta encontrar a un campesino que conducía a un burro; “Gazo” le pidió de favor que le llevara junto con la dama inconsciente, el campesino cargaba con una pila de paja en la parte trasera y arrojó por encima a la mujer herida, gritándole al campesino que se apurara casi casi diciendo que hiciera parir a una mula. El burro iba a toda velocidad como a unos 5 km/hr pero corría lo que podía puesto que el campesino era obeso y el animal se agotaba muy pronto.
Al fin, el animal finalizó el recorrido para llegar al hospital, “Gazo” sujetó a la mujer y la cargó hasta llegar con el primer médico que encontró, primero que nada la enviaron en una camilla a urgencias. Gazofilacio no supo dar referencias de quien era la mujer herida, hasta que le encontraron una identificación con su número telefónico, al hacerlo, el hospital llamó a los familiares de la señora, contestó su hija y al saber la notica de su madre salió corriendo de su casa al hospital bastante preocupada. “Gazo” aún seguía con la duda, quería saber quién era aquella mujer que se encontraba en peligro y había salvado. Después de unas cuantas horas, llega la joven hija de la señora herida, y se encuentran las miradas frente a frente “Gazo” y la jóven, dándose cuenta de que era la bella chica de quien se había enamorado.
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“Gazo”, se quedó perplejo ante la enorme belleza de aquella chica, quien por sus ojos derramaba algunas lágrimas preguntando que le había pasado a su madre.
“¡Que bella mirada!, son los ojos más hermosos que jamás haya visto en mi vida”, pensaba “Gazo”, cuando de inmediato, reaccionó y estaba a punto de decirle que ocurría, cuando de repente llego el doctor diciendo: “La señora está
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