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El libro El alquimista


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2021  •  Ensayo  •  1.574 Palabras (7 Páginas)  •  135 Visitas

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Asignatura. Introducción al Estudio de la Administración

Alumna. Ramírez  Breceda Yajaira  Estefanía

Profesor. LAE. Barajas Cortez Judith

Resumen.  El alquimista

Fecha. 30.11.2020

Grupo. 1-09

El libro El alquimista fue creado por el escritor brasileño Paulo Coelho en el año de1988. Es un libro muy famoso por lo cual tuvieron que traducirlo a más de 80 lenguas. Es un libro que te habla de los sueños y de la importancia de no ser una persona conformista, y vivir solo por estar en la tierra. Además nos muestra que luchar perseguir y cumplir tus sueños es lo interesante de la vida. Ya que para llegar a ellos o más que nada para cumpliros,  tuviste que haber pasado por muchas pruebas, obstáculos y toma de decisiones. Fue eso lo que le sucedió a Santiago el protagonista de este libro. Una de las enseñanzas que deja este libro es que para buscar lo que realmente deseamos debemos de salir de nuestra zona de confort. Otra enseñanza es, si realmente queremos algo debemos esforzarnos y nuca debemos abandonar nuestros sueños. En ocasiones tenemos miedo de perder lo que ya tenemos, por perseguir nuestros sueños, pero si realmente queremos que la vida nos recompense debemos estar dispuestos a cambiar las cosas que ya no brindan felicidad a nuestra vida. Además nos enseña que ningún proyecto esta completado hasta que su objetivo final no haya sido alcanzado. Santiago era un pastor de ovejas  en la región de Andalucía. Había pasado la noche en una iglesia abandonada que se encontraba casi en ruinas. En los últimos días mientras dormía, había tenido un sueño recurrente. En dicho sueño, un niño jugaba con su rebaño de ovejas, y luego de un rato lo tomaba de las manos y lo transportaba a las pirámides de Egipto. Mientras le decía, si vienes aquí vas a encontrar tu tesoro, Santiago al sentir curiosidad de que significaba el sueño se dirigió al lugar donde vivía una gitana para que se lo interpretara. Quien accedió a hacerlo siempre y cuando le diera el diez por ciento de su tesoro una vez lo encontrara. Santiago estuvo de acuerdo, sin embargo la gitana lo único que le dijo fue que era que tenía que ir a las pirámides. Lo cual dejó un poco inconforme a Santiago ya que esta información era la misma que ya le había sido revelada en el sueño. Ir a Egipto implicaba dejar todo atrás, sus ovejas, los terrenos de Andalucía y llegar a una tierra completamente desconocida. Debía decidir entre buscar su tesoro o seguir siendo pastor. En medio de su confusión, un día se encontró con un señor. Su nombre era Melquisedec quien misteriosamente savia muchas cosas de su vida y savia que el pastor estaba buscando su propósito, y que estaba considerando ir a las pirámides de Egipto. El hombre le dijo que le diera el diez por ciento de su rebaño, para esta manera indicarle donde se encontraba el tesoro escondido. Finalmente Santiago decidió vender sus ovejas aun amigo, pero conservo seis ovejas para entregárselas a Melquisedec, quien le diría que debía de hacer para encontrar su tesoro. Sin embargo este lo único que le dijo es que tendría que ir a Egipto. Nada diferente a lo que ya la gitana le había dicho, un poco desilusionado por los consejos dados, pero con algo de dinero y las ganas de ir a Egipto. Decidió emprender su viaje a África. Donde llegaría a Tánger, una pequeña ciudad de marruecos. Allí todas las costumbres eran diferentes además hablaban árabe un idioma completamente desconocido para él, sin embargo alguien que hablaba español prometió ayudarlo a encontrar la manera de atravesar el desierto hasta llegar a Egipto. Pero este hombre lo único que hizo fue robarle todo el dinero a Santiago quien ahora se encontraba solo, en una tierra desconocida, y sin dinero para tomar un boleto de regreso. Pero en esta ciudad se encontraría con un comérciate de cristales cuyo negocio no era tan prosperó como en tiempos anteriores. Santiago al ver los cristales que vendía el comerciante se encontraban sucios le propuso el dueño, limpiar esos cristales a cambio de algo de comer. El hombre accedió a que Santiago limpiara sus cristales. Luego de los cristales estar limpios, en la tienda se produjo una pequeña mejoría en cuanto a las ventas. Viendo esto el dueño decidió proponerle a Santiago que trabajará para él. Para ese momento Santiago necesitaba de mucho dinero para ir a las pirámides, por lo cual decidió aceptar el ofrecimiento. Con el paso del tiempo, el negocio donde trabajaba Santiago empezó a prosperar y a crecer. Para Santiago los pagos cada vez eran mejores, y durante sus once meses de trabajo, se había adaptado a muchas de las costumbres de ese lugar, también había aprendido hablar árabe. Y ya para ese momento tenía el dinero suficiente y sentía que debía abandonar su trabajo. En un principio quería regresar a Andalucía, comprar nuevamente un rebaño de ovejas y regresar a su vida pasada, pero finalmente decidió continuar con su travesía. Santiago hizo parte de una caravana de doscientas personas que se disponían a cruzar el desierto. Allí se encontró con un hombre inglés, quien iba en busca de un alquimista que lo enseñara a convertir los metales en oro. Mientras atravesaban el desierto llegaron a un oasis. Los oasis eran territorios neutrales, donde en tiempos de guerra eran los únicos lugares seguros. Razón por los cual la caravana donde iba Santiago debían esperar a que la guerra terminara para poder continuar su recorrido. En su estadía allí, Santiago le ayudo al inglés a preguntarles a los habitantes del lugar donde habitaba el alquimista, al principio ninguna persona respondió a su pregunta, pero finalmente se encontraron con Fátima. Una chica muy hermosa que impacto a Santiago desde el primer momento en que la vio, ella les dijo que el alquimista vivía hacia el sur. El hombre ingles fue a donde el alquimista quien lo único que le dijo fue, que tenía que seguir buscando los secreteos de la alquimia por medio de la lectura y la experimentación. Mientras tanto Santiago permanecía en el oasis y con la presencia de Fátima quiso quedarse allí para siempre. Pero él debía continuar con su búsqueda aunque por el momento era muy difícil continuar su viaje, ya que las tribus estaban en guerra, y cualquier viaje por el desierto podría significarse la muerte. Mientras se encontraba esperando en dicho oasis Santiago tuvo una visión. En la cual este oasis no era un territorio seguro y los ejércitos se aproximarían a atacar la población. El conto su visión a los jefes de la tribu, quienes confiaron en su predicción y tomaron las medidas preventivas. Si lo que había dicho Santiago resultaba ser acertado, le darían una pieza de oro por cada diez enemigos muertos, pero por el contrario si los ejércitos no aparecían él podía pagar con su vida. Por suerte su visión fue acertada, por lo cual, le fueron entregadas cincuenta piezas de oro. A partir de ese momento el alquimista que anteriormente había hablado con el hombre ingles decidiría ayudar a Santiago a cruzar el desierto, para encontrar su tesoro. Santiago en ese momento ya tenía dudas de continuar, pues tenía dinero recolectado  a producto de su trabajo en la tienda de  cristales, tenía cincuenta piezas de oro, y además había encontrado a Fátima. Además, cruzar el desierto era peligroso por la guerra, pero el alquimista lo acompañaría en su camino hacia las pirámides. Durante muchas partes del recorrido aparecieron hombres armados, pero en la mayoría de las ocasiones pudieron seguir avanzando. Sin embargo en el tramo final apareció un ejército de una tribu al, la cual Santiago le tuvo que dar todo lo que había conseguido. Su dinero, y sus piezas de oro. Luego de haber sobrepasado este suceso, faltaba poco para llegar a las pirámides. Una vez en el lugar, Santiago sabía que en el primer sitio donde derramara una lágrima, ahí debía cavar para encontrar su tesoro. Luego de hallar el lugar, empezó a cavar pero llegaron unos miembros de una tribu quienes retiraron a Santiago de allí y comenzaron a cavar por su cuenta, allí encontrarían una pieza de oro. Aparentemente esos hombres habían arrebatado el tesoro de Santiago pero uno de ellos antes de marcharse le dijo lo siguiente. En este mismo lugar dos años atrás tuve un sueño recurrente. Donde se me revelaba que debía ir a los campos de España y buscar una iglesia en ruina donde los pastores dormían con  sus ovejas, y que allí iba a encontrar mi tesoro. Pero yo no iba hacer tan estúpido, como para  cruzar todo el desierto  para encontrar ese tesoro. Santiago con esta información regreso a Andalucía. A la iglesia en ruinas donde alguna vez había estado  con sus ovejas pero ahora en lugar de ovejas tenía una pala donde se disponía a cavar para encontrar su tesoro, y así fue. Su tesoro se encontraba escondido justo donde había soñado con las pirámides de Egipto. Allí encontraría un cofre lleno de monedas y piedras preciosas. Una vez había encontrado su tesoro debería ir a buscar a la gitana para entregarle el diez por ciento de su tesoro y después iría al oasis a buscar a Fátima.

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