En la obra de Hamlet, Ofelia era un personaje que se caracterizaban más por las palabras de otros que por sus propias acciones haciendo alusión a la sumisión y debilidad de la voluntad y la mente.

Hamlet

En la obra de Hamlet, Ofelia era un personaje que se caracterizaban más por las palabras de otros que por sus propias acciones haciendo alusión a la sumisión y debilidad de la voluntad y la mente. Ofelia era una mujer hermosa y de mente simple fácilmente moldeable por las opiniones y deseos de otros. Los pensamientos de su padre y su hermano influían grandemente en la toma de sus decisiones. Ofelia estaba acostumbrada a seguir las instrucciones de su padre y fue criada para ser obediente. Esto hizo que Ofelia solo aceptara las opiniones de su padre e ignorar la atención de Hamlet hacia ella. Su padre constantemente le decía que Hamlet solo quería aprovecharse de ella. Las cartas de amor que le escribía Hamlet también influían en sus opiniones y confundían su mente. Ofelia no fue capaz de darse cuenta de quien eras ella realmente debido a todas las presiones ejercidas sobre ella para ser algo que no era. Fue esa debilidad mental y la falta de voluntad, lo que hizo esta obedeciera a su padre y así destruyó el amor entre ella y Hamlet, y esto fue lo que finalmente provoco su locura y su muerte. La reina Gertrudis, madre de Hamlet, es en cierto modo el epicentro en torno al cual giran las emociones de Hamlet.

Para Hamlet, Ofelia era sinónimo de Gertrudis: ambas son tiernas de corazón, pero sumisas a la voluntad de los hombres inoportunos, y por lo tanto se ven obligados seguir sus reglas. Ofelia y Gertrudis sufren de una manipulación eterna de los lazos de la familia y amigos.

En la actualidad existe un sinnúmero de mujeres en este tipo de situación. Se puede ver en todo el mundo: las mujeres se mantienen en “su lugar” gracias a las sociedades patriarcales en las que viven. No sólo tienen opciones limitadas sino que también tienen menos oportunidades que los hombres. Esto varía de un país a otro y de una cultura a otra, pero la realidad es que algunos hombres están constantemente tratando de controlar a las mujeres. La opresión de las mujeres se deriva en gran medida del deseo de los hombres de tener poder y control. La misma necesidad que, a través de la historia, ha llevado a los hombres a tratar de conquistar y subyugar a otros grupos o naciones, y oprimir a otras clases o grupos en su propia sociedad, esto los lleva a dominar y oprimir a las mujeres. Dado que los hombres sienten la necesidad de tener todo el poder y control posible tratan de manipular a las mujeres. Ellos prefieren hasta negarles a las mujeres el derecho de tomar decisiones para que estas dependan totalmente de ellos. Entiendo que de este modo ellos tratan de aumentar su sentido de importancia y hacen el esfuerzo por contrarrestar el descontento y la sensación de vacío. Muchas mujeres confunden esta manipulación con amor y por tal razón permiten este tipo de relación

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