Ensayo BI De Literatura

Introducción

El objetivo de este ensayo es poder comparar a la mujer dentro de la sociedad en diferentes contextos históricos con las obras teatrales: Casa de muñecas escrita por Henrik Ibsen en 1830 y Antígona escrita por Sófocles en el siglo IV A.C. Ambas obras magistrales representan a una mujer sometida por la sociedad y su lucha para dejar de ser esclavas del hombre.

1.Contexto histórico:

“Casa de muñecas” es una obra contemporánea que demuestra a la mujer en un contexto de 1879 en Noruega. En esa época la mujer era sumisa y controlada por el hombre de la casa, su único deber era ser ama de casa, cuidar de su esposo y sus hijos. Ellas no tenían voz ni voto, su papel estaba limitado a realizar los deberes del hogar, era una época dominada por el machismo y el honor.

Henrik Ibsen hace una obra teatral majestuosa en la cual supo plasmar cada característica sicológica y física de esa mujer dominada por la sociedad del qué dirán, nos muestra un escenario tan simple pero detallando los aspectos esenciales como la sumisión y temor hacia el hombre, también nos muestra como ella se rebela para no ser dominada más.

“Antígona” no se diferencia mucho, a pesar de haber sido escrita por Sófocles en el siglo IV a.c en la Grecia antigua, es una tragedia griega que habla del honor, el machismo, la rebelión de la mujer y la crítica hacia los que se iban en contra de lo que dictaba la sociedad, expresa las confrontaciones entre el hombre y la mujer.

2. Las protagonistas y sus situaciones:

En la obra de “Casa de muñecas” el papel protagónico es el de una mujer cuyo nombre es Nora, ella se encuentra casada con Helmer y tienen tres hijos, representan a la típica familia burguesa de esa época. Él se refiere hacia ella como su alondra y ardillita lo cual nos indica el poder que tiene sobre Nora. Ella tiene una actitud infantil e inocente, se deja ser manipulada por Helmer lo cual la hace ser sumisa ante su presencia, ejemplo . Más adelante le refuta: “comprenderás que no iba a arriesgarme a hacer algo que te disgustara” . En este corto diálogo es notoria la sumisión de Nora hacia Helmer ya que él le prohíbe el comer de algún caramelo ya que podría costarle la dentadura de ella. Para él, ella es como una muñeca, teniendo ella que aceptar las disposiciones de él.

La sociedad hace que Nora no pueda ser una mujer feliz, al esposo le importa más su honor que los sentimientos y pensamientos de ella, le importa más la sociedad y el qué dirán, por esa razón es que al enterarse de lo había hecho su esposa, un préstamo cuando estuvo enfermo para poder salvarlo, la honra de él se vio en los suelos, se sentía indignado pero de igual forma quiso mantener a Nora a su lado, no porque la “amaba” sino para que la sociedad no comenzara a estipular las razones de su separación, decidió mantenerla, pero poniéndole restricciones . Este fragmento nos revela como la mujer es y era considerada un objeto, utilizado para las apariencias, como que si fuera un trofeo el cual tienen que demostrar a los demás, al hombre le importaba mas el guardar las apariencias, que la situación real en el interior del matrimonio.

En cambio en “Antígona”, la protagonista es una mujer fuerte, luchadora, que cree y defiende hasta la muerte sus objetivos. Como dijo Antígona: "Siempre querré enterrar a Polinices. Aunque nazca mil veces y él muera mil veces” .

Su situación es muy difícil, viene de una familia marcada por la tragedia y la muerte, los valores familiares se han perdido, su único anhelo es poder darle un digno entierro a su hermano Polineses pero existe la oposición del hombre, en este caso Creonte, rey de Tebas y tío de ella. El dio el mandato que dejara el cadáver de Polineses descubierto en la tierra para que sea un festín para las aves por su traición a la patria.

Antígona desesperada pide la ayuda de su hermana Ismene, ella le responde: “…si mujeres nacimos, ten presente que contra el hombre la mujer no lucha; súbditas somos…” . Ismene es un personaje tipificado, representa a la mayoría de las mujeres de esa época la cuales sabían que no tenían el derecho de opinar o revocar lo ya predicho. Varias mujeres eran así, sumisas a lo que decía la cabeza del reino.

3.

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