Ensayo El Extrajero, El Ser De La Felicidad

El ser de la felicidad

José Juan Conde Paz

¿Qué propósito tengo aquí?, ¿Cuál es mi fin?, ¿A dónde tengo que llegar?...

Para muchas personas la felicidad es su finalidad, llegar a ser felices es el fin último de una persona, pero, ¿Tienes a caso que ser feliz para haber cumplido tu vida?, ¿Qué sentido tiene vivir y luchar, vencer tantas pruebas en tu vida?

En la novela “El Extranjero” de Albert Camus, describe la vida de un hombre llamado Meursault, el cual vive una vida de soledad, una vida que para él no tiene sentido alguno, nada le es importante, pero sí todo le es indiferente, no es lo suficientemente buena para tomar una decisión para su futuro y que tiene una vida la cual no le hace triste, ni de ninguna manera feliz, pero no tiene la oportunidad de poder descubrir algo fuera de esta rutina.

Si la felicidad es el culmino de una vida, ¿Qué tienes que hacer para poder lograrlo?, y si lo haces, ¿en verdad tu vida habrá valido la pena?

La felicidad está disfrazada de muchas formas, aunque algunas veces se puede confundir con el placer de realizar lo que disfrutas, para muchas personas, es el poder hacer las cosas que les gusta y para otras, solo es estar bien para sí mismas, tal vez Meursault haya sido feliz con la vida que tenía, a pesar de que nada le importaba, tal vez esa era su meta o su sueño, pero, nunca se le ocurrió ver más allá ni tener sueños, sólo era seguir igual, con lo que parecía “sentirse cómodo”.

“Volví a la silla y la coloqué como la del cigarrero porque me pareció que era más cómodo. Fumé dos cigarrillos, entré a buscar un trozo de chocolate, y volví a la ventana a comerlo. Poco después el cielo se oscureció y creí que íbamos a tener una tormenta de verano. Se despejó poco a poco, sin embargo. Pero el paso de las nubes había dejado en la calle una promesa de lluvia que la volvía más sombría. Quedó largo rato mirando el cielo” (Albert Camus, pag.8 pdf)

Nunca le entristeció nada ni se alegro por nada, su jefe le ofrecía un buen trabajo y a él le daba lo mismo, al día siguiente del entierro de su madre, el podía seguir su vida normal como si nada hubiese pasado, podía ir con tranquilidad a donde quisiera, sin ni siquiera recordar quien había sido ella, era como cualquier otra persona, él sólo mostraba actitudes de indiferencia, insensibilidad y desamor, el se acostumbro a la “cotidianidad”.

Tal vez la felicidad no se llegue a basar en cosas que parecen muy importantes, o de las cuales recibiste un gran reconocimiento,” La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.”(Benjamín Franklin ,1706-1790, Estadista y científico estadounidense), ¿Acaso alguien puede ser feliz con las pequeñas cosas que le suceden, aunque no sean buenas o maravillosas?, o tal vez, “La felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace” (Jean Paul Sartre, 1905-1980, Filósofo y escritor francés), esto nos puede dar a entender que la felicidad no sólo es hacer lo que nos gusta, lo que disfrutamos o lo que nos da placer, sino que disfrutemos todo lo que hacemos, y si esto es cierto, ¿Acaso Meursault si era feliz por disfrutar su cotidianidad? o tal vez sólo se acostumbró a vivir así, sin sueños, sin esperanza, sin felicidad.

La vida de este personaje termina con su ejecución por un crimen que él había y reconocía haber llevado a cabo, y del cual nunca mostró un arrepentimiento, pero casi al llegar al final algo le parecía importante, su castigo. Días antes de terminar su cotidianidad, el comienza a recordar que había sido su vida, que había sido de su madre, ¿Acaso se había dado cuenta de su infelicidad?, pero él afirma hacer esto sólo por pasar el tiempo.

“No comprendía por qué me privaban de aquello que no hacía mal a nadie. Más tarde comprendí que también formaba parte del castigo. Pero ya me había acostumbrado a no fumar más y este castigo había dejado de ser tal para mí. Fuera de estas molestias no me sentía demasiado desgraciado. Una vez más todo el problema consistía en matar el tiempo. A partir del instante en que aprendí a recordar, concluí por no aburrirme en absoluto” (Albert Camus, pag.25 pdf)

Para muchas personas su forma de vivir las hace felices, tal vez es por sus logros, por sus creencias, por su modo de vivir, a pesar de que para muchas su vida fue como un infierno en la tierra, pudieron llegar al punto de decir “Fui feliz y disfruté mi vida al máximo”, como puede ser que a pesar de tantas pruebas ellos pueden ser felices, tal vez todo eso les sirvió para aprender de sus errores, haber vivido tantas carencias le ayudó a disfrutar cuando llegaron a tener todo lo que deseaban, pero, ¿Entonces la felicidad que sentían era verdadera o solo llegaron a sentirse cómodos con sus bienes materiales y se les olvido ser felices?, entonces entra un pregunta muy importante a nosotros, ¿La felicidad se puede obtener si lo tienes todo o a pesar de las carencias puedes llegar a ser feliz?

“La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos” (Henry Van Dyke, 1852-1933, escritor estadounidense), esto puede ir acompañado con otra reflexión “Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo”

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