Ensayo El Sotano Del Angel

Ensayo Sobre El Sótano Del Ángel

Introducción

La obsesión amorosa es uno de los principales elementos de la obra “El sótano del Ángel”. Este elemento condiciona las principales acciones del personaje principal y consecuentemente la acción de las restantes personajes.

Así como la mayoría de las obsesiones amorosas, también a del Leonidas Parajón por Elia López, empezó desde el primera vez que la vió: “el encuentro duró unos segundos más que el minuto, pero los ojos de Elia se quedaron flotando en la memoria de Leonidas hasta el último de sus días” (Montoya, 2010: pág. 40). A partir de este momento, la perturbación anímica producida por la idea fija de conquistar a Elia, conduce el personaje principal en toda su acción y pensamientos. De nada importó que Elia ya fuera comprometida con Eric Jacobson o que no reaccionara de forma positiva a sus intentos, para Leonidas, Elia debería ser suya.

Con esto pensamiento, uno de sus primeros actos fue su declaración de amor a Elia. Inspirado en el ejemplo de su padre, ya que también fue de esta manera que Don Heliodoro Parajón había conquistado Eugénia de Asís, Leonidas pensó que a través de una serenata podría conquistar el amor de Elia, todavía su tentativa acabó en fracaso y desilusión.

Para una persona lúcida, la vergüenza causada por la “serenata frustrada” (Montoya, 2010: pág.44) debería llegar para concluir que este era un amor imposible, todavía para Leonidas no, la obsesión por Elia, asaltaba su mente cada vez con mayor persistencia, de manera que era un “deseo ciego para hacerse de ella se le iba adueñando como una nube espesa y oscura cada vez más al pasar de los minutos” (Montoya, 2010: pág 41).

Al ver la infelicidad en que Leonidas sumerge por sus intentos fracasados, Fernanda Uzaga, que nutría por el personaje principal un grande y silencioso amor, le sugirió que diera como prenda a Elia un ángel, pues este era su objeto más querido. De esta forma, la obsesión de Leonidas comienza a tomar cuenta de todos sus pensamientos y acciones, nada más es importante sino encontrar para Elia el Ángel perfecto, el cual le traería su amor, “desde aquel día en que Leonidas había tenido la visión maravillosa de su ángel salvador, sus días habían dado un vuelco obsesivo en los que consumía sus minutos en el recuerdo de la voz hermoso de aquel ser de alas regias” (Montoya, 2010: pág. 125).

La ilusión e irrealidad toman cuenta de la clarividencia del protagonista, una crisis de identidad que lo conduce a realizar actos viles como el robo del ángel de la iglesia y el asesinato de José Virgil, vigilante de la iglesia, siempre con uno sólo objetivo: conquistar a Elia López. Así para Leonidas, la muerte de José Virgil era algo inevitable, una vez que era impedimento, para lograr su propósito, por eso exclamó “-Había que hacerse . le gritó Leonidas – era un obstáculo.” (Montoya, 2010: pág.128).

Asimismo se puede observar la demencia a que llegó el personaje principal por causa de su obsesión amorosa. Su estado de esquizofrénico alcanza a un grado máximo después del robo del Ángel. Empieza a hablar con el ángel de yeso, como se fuera verdadero, “verdad que se le sienta la carne Martín?, preguntó Leonidas mientras apretaba más fuerte entre sus dedos el yeso inerte del santo.” (Montoya, 2010), hasta que en su mente Bruno Parajón, su fallecido hermano, se convirtió en el ángel. Con esta idea en su mente se desplaza a casa de Elia para ofrecérselo, con plena confianza de que al verlo, finalmente conquistaria su amor, por eso expresa “estoy seguro que vamos lograr el amor de la mujer que ha palpitado en mis poros desde hace tanto.” (Montoya, 2010: pág. 162). Una vez más su mente lo traiciona, y esta fracasada acción lo conduce a su destino, pasar los resto de sus días, hasta anciano en el Hospital General de Psiquiatría.

Leonidas Parajón padece esquizofrenia, esta enfermedad es producto de un terrible shock emocional ocurrido en su niñez. La vida del personaje principal siempre fue marcada por la tragedia y dolor, se inicia con la pérdida del brazo de su hermano Bruno Parajón y tiempo más tarde, la muerte del mismo. Estos acontecimientos lo marcaron para siempre, de tal forma, que el protagonista no consigue coexistir con los problemas de su vida. Al no poder manéjalos, huye de la realidad al mundo, creando un conjunto de alucinaciones que sirven como una escapatoria del real que le causa tanto dolor. Este escape esta presente siempre que el protagonista encuentra

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