Ensayo Hijos De Libertad
Enviado por paatipineda • 16 de Mayo de 2015 • 1.868 Palabras (8 Páginas) • 329 Visitas
del cristianismo primitivo, asi como tambidn con el
L- . descubrimiento y el desencadenamiento del poder de la razon que la
. filosofia griega lleva a cabo. .J Algunos capitulos despuds, el lector encuentra en La demomacia en . .
- Amkricd de Tocqueville la siguiente frase que hoy, Para muchos, no , L resulta menos chocante: "Los norteamericanos han combatido con la
libertad el individualismo que la igualdad hacia nacer, y al fm 10 han
vencido1'.3 Trasladado a nuestro debate, esto significa que los suitomas
de la llamada "sociedad del yo" no pueden ser combatidos con
menor sino, al contrario, con mayor libertad; me refiero aqui, desde
luego, a la libertad politica. Asumida y ejercida activamente, en efecto,
la libertad politim funda vuiculos en el espacio pfiblico y es, por 10 tanto,
exactamente 10 contrario de la idolatria del mercado neoliberal.4
Esta prescripcion -combatir el derrumbe de valores con libertad
pfiblica- es de gran importancia, puesto que se encuentra en una
oposici6n dramatica con la interpretacion, practicarnente dominante
en la actualidad, se&n la cual la modernidad precisa y consume vuiculos
-2igaduras @ahrendorf)- que ella misma no puede renovar. En
esta concepcion, en efecto, la modernidad aparece fundamentalmente
como contraproductiva. Ella socava de modo permanente sus irrenunciables
condiciones morales de existencia. Esta comprension de si
misma de la sociedad moderna (y de su filosofia y sociologia) es, empero,
absolutamente err6nea en la medida en que cristianismo y libertad
politica no se excluyen, sino que se implican mutuamente, aun
cuando se instale por ello una contradicci6n irresoluble en la tradicion
cristiana.
A una pregunta compleja se debe intentar responder de manera
simple, comprensible. La pregunta reza: LQue es la modernidad? La
respuesta es: no solo "racionalidad orientada a un fin" (Max Weber),
liana: La ho~acia en Amk.ica, trad. Luis R. Cuaar, 8" ed., Mkxico, Fondo de Cultura
Econ6mica, 1996, p. 341; v&se al respecto, itzfla, "los padres de la iibertad", el paragrafo
"La era de la libeaad: Alexis de Tocquefle", pp. 286 y ss.
3 Zbid, P. 591 [traduccibn castellana, p. 4701. 4 VWe al respecto, ilfla, pp. 24 y ss.
"explotaci6n de capital" (Kar1 Marx), "diferenciacibn funcional" (Talcott
Parsons, Niklas Luhmann), sino tambien, como complemento y
en conflicto con ello, libertad politica, dtizemhip, sociedad civil. La
pdnte de esta respuesta es que el sentido, la moral, la justicia no son
magnitudes dadas de antemano a la sociedad moderna y, en cierto
modo, extraterritoriales. Muy por el contrario, la modernidad cuenta
en si misrna con una fuente de sentido aut6noma, activa, muy antigua
y, a la vez, de una gran actualidad: la libertad politica.5 Esta libertad,
sin embargo -y esto tarnbien es irnportante-, no se agota por el uso
activo, sino que, por el contrario, brota con mayor vigor y dinamismo.
Modernidad significa, pues, que un mundo de seguridad tradicional
se hunde y en su lugar aparece -si todo sale bien- la cultura democratica
de un individualismo Para todos, juridicamente sancionado.
I. SIMPLEMENTE, ~MANTENERSE APARTADOS: LA JUVENTUD
PRACTfCA UNA DENEGACI~N DE LA POL~TICA ALTAMENTE PoL~TICA
Los alemanes y los europeos occidentales no viven en medio de una
crisis de la cultura, menos aun de un derrumbe de valores, sino bajo
la amenaza de algo mucho peor: el elogio verbal de la libertad se
convierte en hechos y en vida cotidiana, y con ello pone en duda los
fundamentos de la convivencia existentes hasta ahora. La catdsbofe
consiste, entonces, en que tenemos que entender, reconocer y consolidar
mas y distintos tipos de libertades que los que habian sido previstos
en el libro ilustrado de la mentada y prometida, pero nunca vivida,
democracia. Eso quiere decir "hijos de la libertad": vivirnos bajo las
condiciones de una democracia internalizada, Para la cual muchos de
los conceptos y recetas de la primera modernidad se han vuelto insuficientes.
Nadie sabe de qu6 manera puede conciliarse la estructura tradicional
de autoridad farniliar con las nuevas reivindicaciones de libertad y
5 Esta pers ectiva esta dirigida igualmente Contra la briUante argumentacibn de Scott
iash (en Becc Giddens, Lash Reflemtre Modemkkmlag- Eh Konbmerse, Francfort del
Meno, 1996, pp. 247 y ss. Itraducd6n castellana: ModemMotc reflemva: polfhka, badicibn
v dhka en el wden so&l moh, trad. Jeds Albores, Madrid, Aiianza. 199711. en
la cuh Lash -consecuente como ningin O& Se interroga acerca de las posibilidades
de "formaciones colectivas reflexivas" ~ostradidonaies. uero no menciona ni examina la
tradid6n a la vez muy antigua y muy hoderna de una'iuropa polfdca de los individuos.
de realizacion personal de hombres y mujeres.6 Los altos indices de
divorcios y el ntimero de hogares unipersonales son datos elocuentes
al respecto.
Nadie sabe de que manera pueden ser concertadas nuevamente la
individualizacion y la fe cristiana, aun cuando los soci6logos muestran
que con la individualizacion, precisamente, la disposicion a estar
ahi Para otros en un sentido diferente, Ia disposici6n a creer, incluso,
aumenta y no desaparece.7
Nadie sabe de que manera las demandas de un compromiso individual
por parte de las organizaciones de masas -los partidos politicos,
los sindicatos, pero tambien las ciudades y comunas- pueden ser
conciliadas con las exigencias de participacion directa y autorganizacion.
Nadie sabe de que manera la variedad inabarcable puede
ser movilizada y organizada en pro de decisiones politicamente necesarias.
"Sufrimos", pues, de libertad y no de crisis. MAs exactamente, de las
consecuencias involuntarias y de las formas de expresion de un exceso
de libertad que se ha vuelto cotidiano; de una libertad que, en todo
caso, fue jurada como confesion de la boca Para afuera. Kant y Hege1
fueron los primeros en Alemania en poner pie firme en la tierra de
la modernidad. A ellos les debemos la comprension de que tambien la
"concrecion de la libertad" es una revoluci6n1 pero una revolucion
apenas perceptible, porque los fundamentos del orden
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