Ensayo de Juan Rulfo Taller de lectura y redacción

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Ilustre Instituto Veracruzano

Veracruz, Boca del Rio

Hernández Segura Samuel Isaac

Mtra. Sánchez Saldaña Victoria

Taller de lectura y redacción

2 “I”

04/07/2017

     Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaino nació el 16 de mayo de 1917 en Sayula, Jalisco y murió el 7 de enero de 1986 en la Ciudad de México.^[1] El año de publicación de “No oyes ladrar a los perros” es en 1948, el cuento es una narración, donde el narrador por su grado de participación es intradiegetico y por el grado de conocimiento es aquel que no conoce toda la historia, el cual el personaje principal es un padre, viejo, fuerte y cumplidor con su promesa que le hizo a su querida esposa por su vez madre de Ignacio, él es un joven con falta de valores que además de esto es etiquetado como ratero y asesino, se ubican en un lugar no muy habitado, habla en un lenguaje en prosa por el cual se entenderá toda la trama de la historia, también te darás cuenta de que Juan Rulfo con tan solo pocos diálogos y personajes muestra demasiados sentimiento y empatía.

Ojalá los hubiera escuchado

“No oyes ladrar a los perros”

     En esta redacción se incluye un padre el cual su nombre no se desenvuelve en la historia, un hijo llamado Ignacio, y la madre que se introduce en la historia, pero no de una forma de dialogo sino como un recordatorio que le da el personaje principal al secundario.

     La historia comienza ya desarrollado en el cual están en un atardecer tratando de saber si están muy cerca de su destino, también se adelanta gran parte de lo que sucedió en el día ya que al principio no sabemos que es lo que le ocurrió a Ignacio ni mucho menos él porque está arriba de su padre, mientras se le da una lectura las personas se darán cuenta que el motivo es porque está herido en un acto fallido de un robo que además es abandonado por sus amigos, cuando ve a su hijo en el mal estado el viejo decide apoyarlo ya que su única motivación es la madre de Ignacio porque para él era lo contrario, el padre recalco que ya no le importaba y cuando estuvieran en Tonaya un pueblo desértico lo quería lejos ya que para el  ya no era su hijo, en un momento se exalto y saco todo lo que sentía, Ignacio solo se quedaba callado mientras su padre hablaba pero al terminar en un instante salieron de sus ojos lágrimas de tristeza, en conclusión llegan a las partes iniciales de Tonaya el padre escuchaba ladrar a los perros pero en el caso de Ignacio queda totalmente inconcluso.

     Juan Rulfo le quiso dar otra perspectiva al cuento en el cual los ladridos de los perros puede ser una esperanza de un problema consecuente, el agua es la necesidad de algún producto o adicción, el camino lleno de piedras, el camino de piedras es el difícil camino de la vida y carga sobre la espalda seria la manera en la que un padre soporta a los hijos sin importar el tiempo que vivan con nosotros, de esta forma se da más la enseñanza sobre como el padre de Ignacio con su único intento de ayudarlo, pero dudosamente no lo logro.

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