Ensayo sobre el discurso del origen de la desigualdad entre los hombres.
Enviado por megaflow • 15 de Junio de 2013 • Ensayo • 1.018 Palabras (5 Páginas) • 530 Visitas
Ensayo sobre el discurso del origen de la desigualdad entre los hombres.
Por: Olvera Rosales Stephania
Primera parte
Juan Jacobo Rousseau expuso: “El hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que corrompe su condición natural”. Quizás el estado natural no haya existido nunca, acepta Rousseau, pero es necesario plantearlo como hipótesis departida, punto de comparación e ideal por conseguir. Respecto a lo anterior, solo puedo pensar, que si bien el hombre es bueno por naturaleza, como lo manifiesta Rousseau; también es un ser egoísta, ya que ante todo busca sobrevivir y en esta lucha resulta apartar lo que se le interponga.
“Veo un animal menos fuerte que los unos, menos ágil que los otros; pero sin duda el mejor organizado de todos”. En ello Juan Jacobo, denota, que el hombre ha creado sistemas, bien estructurados, que permiten la convivencia social, el mejor ejemplo de ello son las instituciones: la familia, la escuela, la religión, el gobierno etc.
“Nuestra industria nos quita la fuerza y la agilidad que la necesidad obliga a poseer” Es bien cierto, que en la actualidad la tecnología, a ahorrado grandes trabajos a los hombres, pero a cambio, los ha vuelto inútiles, un ejemplo que ilustra perfectamente lo anterior; son las enfermedades que sufre el hombre actual, estas se han vuelto más complejas, al paso del tiempo, debido a factores como la mala alimentación, la comida chatarra y la falta de actividad física, entre muchas otras; esto marca una diferencia entre el hombre salvaje que tenía que cubrir, con mayor esfuerzo, sus necesidades, adquiría fuerza agilidad y destreza, lo que contribuía a su buena constitución física. El hombre presenta una clara evolución en algunos aspectos, pero también una grave decadencia en otros.
“La extrema desigualdad en la manera de vivir; el exceso de ociosidad en unos; el exceso de trabajo en otros; la facilidad de excitar y satisfacer nuestros apetitos y nuestra sensualidad; los alimentos muy refinados de los ricos, que los nutren de sofocantes lujos y los cargan de indigestiones; la mala alimentación de los pobres, de la que carecen aún con más frecuencia y por cuya falta recargan ávidamente su estomago en la ocasión propicia”.
La desigualdad, de la que habla Rousseau, no solo es un sello de su época, si no, una constante, desde que existe la propiedad privada, e incluso se observa en la época actual, la mala distribución de la riqueza.
“Al convertirse en sociable y esclavo, hácese débil, temeroso rastrero y su manera de vivir, blanda y afeminada, acaba de enervar a la vez su fuerza y su valor”.
El hombre para vivir y convivir, en sociedad, tiene que adaptarse a las reglas de la misma, tiene que hacerse esclavo de otros, doblegarse ante la necesidad, rebajarse, para subsanar sus necesidades, para aspirar, algún día, a mandar.
Segunda parte.
“El primero a quien, después de cercar un terreno, se le ocurrió decir “Esto es mío”, y hallo personas bastante sencillas para creerle,
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