España Y Su Administración.
Enviado por marcoskerty • 30 de Noviembre de 2014 • 1.368 Palabras (6 Páginas) • 128 Visitas
IX. ESPAÑA Y SU ADMINISTRACIÓN
1. De la "camarilla" al Estado
Seguramente en cualquier país del mundo, pero con certeza en España la historia es parte esencial del debate público ordinario y en especial del debate político. Dicen que para los españoles, el pasado no es un territorio lejano; la administración española en todas sus instancias políticas y territoriales, incorpora explícitamente contenidos de naturaleza histórica como criterio de legitimación adicional: por ejemplo, 1)el Estatuto de autonomía de Navarra es "el amejoramiento del fuero" que es la denominación que recibían la reformas que el fuero Nacional de Navarra daba antiguamente. 2) la administración pública autonómica catalana lleva el nombre, también medieval, de Generalidad, una fórmula que recupera Macià y Azaña, en el pacto que suscriben en 1931. 3) en Aragón lleva la denominación de justicia mayor que era la instancia encargada de resolver los contrafueros, es decir, las inversiones competenciales que pudiera sufrir el reino.
El funcionamiento ordinario de las administraciones y su definición en clave histórica no son presupuestos antagónicos en un país en donde el mapa provincial y municipal tiene escasos dos siglos, sino que es parte activa de su sistema constitucional y del desarrollo del autogobierno político, de sus nacionalidades y regiones, el argumento y la propuesta de base histórica es parte esencial del debate político y lo seguirá siendo.
El examen de la historia en todo caso se desprende con una lectura básica en España en los grandes estados que la rodean y es que la tensión histórica dominante es la ten sión unitaria, España y Europa propenden a la unidad y no a la ruptura.
2. El pasado como territorio conocido
Pero, en un país con una identidad tan plural y compleja como España, y ello en términos políticos, territoriales, jurídicos y lingüísticos, la Administración convive también con la historia. Henry Kamen dice que, para los españoles, "el pasado no es un territorio lejano". La historia se encuentra siempre presente en el debate político, porque es parte sustancial de los argumentos que concurren a ese debate, y de los objetivos de sus actores. Pero, en España, muy esencialmente.
Pensar en las instituciones públicas españolas, en su expresión contemporánea y, sobre todo, en su horizonte de futuro, equivale a definir un espacio de encuentro entre una óptica necesariamente regida por la racionalidad y el sentido de la justicia y de la equidad que inspira el principio de igualdad, y un afán constante de comprender, y comprender en sentido profundo y positivo, la singularidad de las identidades políticas que convergen en la definición de España como un proyecto político compartido.
El recuerdo de una España que, como decía Adelaida García Morales en El sur, fue "un lugar extraño" para sus propios ciudadanos, de una España definida por Federico García Lorca como una "luna muerta sobre la piedra fría", indica la lúcida capacidad de nuestra ciudadanía para examinar su historia con honestidad. Y con esa misma honestidad definir el futuro de una nación de ciudadanos libres e iguales en derechos y en obligaciones, en donde cabe toda forma de pulsión política y de identidad.
3. Ciudadanos y servidores
La Administración, y con ella cada uno de los funcionarios que la integramos, somos servidores de nuestros conciudadanos. La elección de la ciencia política, como espacio profesional o de actividad política y partidaria, es la elección de un servidor vocacional.
La decisión de servir es la materialización de una vocación pública. Y abrazar una vocación es abrazar un estilo. En el caso del servicio público, está denotado por la accesibilidad, la sencillez, la humildad, y la austeridad. Por la convicción de que las instituciones públicas son una herramienta esencial para el desarrollo humano integral, y la creación de una sociedad de bienestar para todos, oportunidades para todos, y abierta a la participación de todos. Por la certeza de que ser ciudadano, activo, responsable y comprometido, expresa la plenitud de un ideal de convivencia, de tolerancia, y de construcción compartida. Pero, servir a nuestros conciudadanos, representa ir más allá.
X. LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL, PROVINCIAL, Y LOCAL
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