Estados Unidos

Para hablar sobre este tema se es necesario tener en claro que contaminación es la introducción de sustancias en un medio que provocan que este sea inseguro o no apto para su uso; y que el calentamiento global es el aumento observado en los últimos siglos de la temperatura media del sistema climático de la Tierra.

Las consecuencias de estos dos sucesos son miles y desfavorables para el hombre en su medio físico; pero este no tiene derecho de quejarse si es el mismo quien está provocándolo. El simple hecho de no levantar la basura que tiremos, no afinar nuestros autos para que deje de producir smog, desperdiciar agua potable y demás, es unas de las tantas acciones que hacen que estemos acabando con nuestro medio ambiente.

Resientes estudios afirman que si la Tierra fuera del tamaño de una pelota de básquetbol, toda el agua del planeta entraría en una pelota de ping pong y el agua dulce disponible sería más pequeña que un grano de maíz. Pero al parecer al ser humano sólo se importa el mismo, pero no se da cuenta que el es parte del mundo y que sino se hace algo pronto podremos entrar en guerra por unos cuántos litros de agua.

Al hablar del calentamiento global nos referimos que todos aquellos químicos tóxicos que son arrogados al suelo, que liberan gases que contaminan poco a poco el aire, que son arrojados a los océanos, ríos y lagos; y que estos generan que la temperatura del planeta se eleve y cause cambios en el ciclo global del agua, reducciones en nieve e hielo, ascenso de la media global del nivel del mar y cambios en algunos climas extremos, entre otras consecuencias.

Quizás las personas afortunadas que viven en países de primer mundo o clase media no lo note, pues estos tienen todas las comodidades que son necesarias y algunas veces innecesarias; pero las personas que viven en países de tercer mundo son las más afectadas por la escases de alimentos, claros ejemplos son África, México, Países Bajos y demás.

Solo en EE.UU se desperdicia un equivalente a $165 mil millones de dólares anualmente en alimentos. Eso es más que los presupuestos para parques, bibliotecas públicas, cárceles

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