Evitando La Soledad

Evitando la soledad

‘‘No se sabe lo que es el consuelo del corazón sino cuando nos quedamos solos’’.-Edgar Allan Poe. ¿Se necesita estar anclado a otra persona para seguir adelante? Un estudio muestra, que dos dimensiones son básicas en la estructura de las percepciones de las personas que pueden sentirse solas: una concerniente al atractivo físico de la persona percibida y al carácter voluntario o impuesto de la soledad, y una segunda dimensión relacionada con el estatus socioeconómico de la persona y el hecho de tener o no una relación de pareja. William Somerset Maugham transmite en la novela La fuerza de las Circunstancias, como el personaje principal Guy trata de no verse forjado a vivir nuevamente, un pasado donde la soledad era su compañía. ¿Cómo logra evadir Guy la soledad que lo acompaña?, en este ensayo se desarrollará la necesidad que adquiere este personaje por una compañía femenina sin importarle los sentimientos involucrados. Para demostrar lo anteriormente dicho, se presentarán alguna posibles razones de porqué desarrolla esta necesidad, acompañado de los momentos donde se ve reflejado este comportamiento, manteniendo relación con el estudio expuesto al principio.

Existe una extendida creencia según la cual las personas sin pareja se sienten solas (aspecto importante en la segunda dimensión encontrada). Por ejemplo, el paradigma del Arca de Noé pone énfasis en el emparejamiento como una norma social, de modo que ‘‘estar solo es diferente y ser diferente es estar solo, y estar dentro de este círculo fatal es estar solo. Estar solo es haber fracasado’’ (Gordon, 1976). Guy en su vida joven, a los dieciocho y diecinueve años, ya desarrollaba un puesto importante arriba del río Sembulu, nunca había estado tan solo y el autor da a entender que este no había experimentado la compañía femenina, los días de aquel joven se resumían en hablar con el boy, leer y medio dormir. Así que una tarde después de cenar el boy le ofreció a una joven para que viviese con él, pues el muchacho sabía de una que consentiría. Maugham (1936) expresa como Guy piensa que logró encontrar la solución a toda esa soledad que lo deprimía terriblemente: ‘‘Ella arreglaría las cosas para mí...’’ (p. 10). Estaba dispuesto a convivir con una persona que no quería, pues eso le afirma a Doris, que no estaba enamorado de la malaya, ya que el solo deseaba tener a alguien con él en el bungalow.

En el estudio se toma en cuenta a Huges y Gove (1981) quienes compararon los efectos de vivir solo con los de vivir en compañía, concluyendo que quienes estaban en la primera situación eran más vulnerables a padecer conductas desviadas y problemas psicológicos, llegando incluso a realizar actos autodestructivos porque carecían de los mecanismos de regulación adecuados. Las situaciones (de estar solo a no estarlo) cambian, pero al parecer Guy no se percató

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