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Expresiones Que Usamos


Enviado por   •  23 de Octubre de 2011  •  1.647 Palabras (7 Páginas)  •  1.071 Visitas

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¿De dónde vienen muchas de las expresiones que usamos a diario? Octubre 14 de 2004

Hay palabras y frases que tienen historia. "Se armó la de Troya" o "se quedó para vestir santos" son algunas de ellas, pero pocos conocen su origen.

-¡Se armó la gorda!

- No, no se armó la gorda, se armó la de Troya.

Estas dos expresiones, que buscan decir lo mismo, tienen su propia historia.

La primera hace alusión a La Gorda, como se llamó en Andalucía (España) a la Revolución de 1868 contra el reinado de Isabel II, y generalmente se utiliza para hablar de un acontecimiento duro o violento.

La segunda hace referencia a la guerra librada por los griegos contra la ciudad de Troya de la que habla Homero en La Ilíada, mitad verdad y mitad leyenda. Y se usa cuando alguien tiene graves problemas o cuando comienza una gran pelea.

Frases como estas hacen parte de nuestro vocabulario diario y muchos no sabemos de dónde vienen ni por qué se utilizan.

Para varios lingüistas e historiadores, es muy difícil establecer su verdadero origen porque se han difundido y popularizado tanto que ya se olvidó el hecho histórico por el que nacieron.

Sin embargo, de algunas se sabe algo. La mayoría están consignadas en El Quijote y, con su publicación, se hicieron populares. He aquí algunas de ellas.

Discusiones bizantinas

Son las conversaciones sobre temas “irrelevantes, muy sutiles o especulativas”. Según el diccionario de la Real Academia, se usa para referirse a discusiones “baldías, vanas o intempestivas”. Su origen: los concilios y reuniones eclesiásticas de la primitiva iglesia ortodoxa griega. Se celebraban en Bizancio (Constantinopla), de ahí que el adjetivo bizantino venga del nombre de la antigua ciudad imperial. Para algunos lingüistas e historiadores, los eclesiásticos conversaban sobre temas muy sutiles y aparentemente sin ningún sentido ni fundamento. Por ejemplo: discutían sobre el número de ángeles que caben en la punta de un alfiler.

Las paredes oyen

Se utiliza para señalar la necesidad de guardar silencio respecto a alguna cosa y para indicarle a alguien que hay que tener cuidado con lo que se dice y a quien se dice. Los historiadores proponen una leyenda como origen de esta expresión: cuentan que en el siglo XVI Catalina de Médicis, reina de Francia, tenía conductos y tubos en las paredes de su palacio para conocer todo lo que sucedía en él. Desde ese momento las paredes oyen.

Nunca segundas partes fueron buenas

Cuando alguien dice esto es porque no cree que se deba repetir lo que fue un éxito. También se usa para afirmar que lo primero que se realiza es siempre lo mejor y para negar el valor de las imitaciones y los plagios. Se cree que se empezó a usar gracias a la segunda parte de El Quijote, cuando en el cuarto capítulo don Quijote, Sancho y Sansón Carrasco debaten ciertos aspectos de la publicación de las aventuras del caballero (1605) y analizan la posibilidad de aumentar la fama de don Quijote en una segunda parte, que precisamente están escribiendo en esos momentos.

Zapatero a tus zapatos

En cierta ocasión, el pintor griego Apeles, retratista oficial de Alejandro Magno, expuso un cuadro en la plaza pública para que los ciudadanos dieran la opinión sobre la obra antes de terminarla. Un zapatero pasó por el lugar y le recriminó a Apeles la forma y el dibujo de las sandalias, y retocó algunos detalles.

Cuando el cuadro volvió a la plaza, el zapatero se enorgulleció de que se hubiera tomado en cuenta su consejo y la vanidad hizo que comenzara a opinar sobre el vestido, la cara y otros aspectos de la pintura. Irritado por la soberbia del zapatero, Apeles se acercó y le dijo la conocida frase. Ese sería el origen de esta expresión que se utiliza para reprender o criticar a quien opina o “ejecuta oficios y trabajos” que no le incumben.

Entrar con pie derecho

¿Alguna vez se ha preguntado por qué no es con el izquierdo? En algunos diccionarios, las locuciones entrar con pie derecho y entrar con buen pie significan “empezar con acierto o en condiciones favorables un negocio”. Interpretaciones de la frase vamos con pie derecho (con ventura), que aparece en El Quijote, aseguran que debió tener su origen en la superstición, dominante un día, que exigía que no se empezara camino ni se emprendiera jornada sin echar primero delante el pie derecho.

Pero después, no como superstición sino por razones aún desconocidas, se supo que las normas de las ceremonias y ritos del catolicismo piden al sacerdote que, al dar misa, después de la entrada y cuando se dispone a subir las gradas del altar, mueva primero el pie derecho.

Ir por lana y salir trasquilado

Sobre la historia que dio lugar a esta frase, algunos dicen que lo de “volver trasquilado” hace alusión al antiguo castigo de trasquilar a cruces, es decir, sin ningún orden, cruzando las tijereteadas

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