Expresión verbal en el ámbito profesional

Irma Carolina García Fernández- A00344143

27/03/2017 - Grupo 10

Expresión verbal en el ámbito profesional

Reseña

Se puede sentir mucho con solo observar en silencio

Como seres humanos tenemos la capacidad de realizar muchas cosas como reflexionar, tomar decisiones, pensar y observar; la observación “es un proceso de comunicación mediante el cual los significados se intercambian entre los individuos”(Herrera, s.f.), está claro que es una práctica que hacemos todos los días, a todas horas, aunque no nos demos cuenta siempre estamos observando lo que sucede a nuestro alrededor y eso lo considero esencial para reflexionar cómo nos afecta lo que está pasando y qué podemos hacer para cambiarlo.

Las babas de diablo es un cuento compuesto de 11 páginas y escrito por el guionista, maestro y escritor argentino Julio Cortázar, publicado en 1959 y recopilado de su libro llamado Las armas secretas. De acuerdo con Miguel Ruiza (s.f., párr. 1) Cortázar, nació en Bruselas de 1914 y falleció en París de 1984, fue uno de los personajes más importantes del auge de la literatura hispanoamericana del siglo XX. El Instituto Cervantes (2015) expone que su padre trabajaba en la embajada de Bruselas por lo que, al ocurrir la Primera Guerra Mundial, tuvieron que refugiarse en Suiza para después volver a su natal Buenos Aires, Argentina a la edad de cuatro años. Sus relatos se caracterizan por hacer énfasis en lo fantástico, sin dejar a lado la realidad que se vive día a día, el surrealismo bañado de sentimientos y emociones.

Las babas del diablo es un cuento que narra el momento que captó un hombre llamado Roberto Michel, franco-chileno, traductor y fotógrafo. Se sitúa en una pequeña isla de Paris en donde Roberto se encuentra con una situación que le parece extraña, así que decide observar a ver qué sucede. Un chico aparece al lado de una mujer, pareciera que es madre e hijo, pero al observarlos detenidamente se da cuenta de que eran todo lo contrario, aparentaba ser una pareja en la que la mujer de edad mayor intentaba coquetearle, ocasionando que mostrara señales de estar nervioso pues se movía de un lugar a otro, metía las manos en sus bolsillos y sus gestos eran demasiado obvios, los cuales evidenciaban la posible huida repentina del chico.

En ocasiones, Roberto se refiere a sí mismo como a una tercera persona y hace pausas en las que describe cómo las nubes van pasando e incluso aves, también hace comparaciones con el mundo fantástico pues es característico del autor. Michel comienza a plantear una teoría que explica cómo es que el joven llegó ahí y lo que sucedería si este decidía irse con ella a pasar el rato como lo hacen los amantes, tal vez ella lo trataría de convencer de que se fueran juntos o tal vez él rechazaría la invitación y se iría. De pronto, se da cuenta de la presencia de un hombre con sombrero gris que ha estado dentro de su auto todo el tiempo, por lo que le parece extraño ya que, no formaba parte del escenario y concluye que al igual que él, observaban lo que estaba pasando entre la mujer y el muchacho.

Finalmente, Roberto decide tomar la fotografía que había estado buscando desde que percibió a la pareja y cuando lo hizo, provocó que el muchacho saliera corriendo asustado y que la mujer molesta le reclamara que nadie tenía derecho a tomar fotos en espacio público y entonces, se dio cuenta que el hombre que había estado en el auto formaba parte de todo esto. Sin embargo, no se especifica que ellos dos tramaban algo contra el chico, pero se puede concluir al leer “cuando empezaba a cansarme, oí golpear la portezuela de un auto. El hombre del sombrero gris estaba ahí, mirándonos. Sólo entonces comprendí que jugaba un papel en la comedia” (Cortázar, J. (1959, párr. 18). Al regresar a casa, reveló la foto y la observó con gran profundidad, recordando o más bien viviendo los sentimientos de la historia, el miedo, violencia, el abuso y la mentira que el chico pudo sufrir de no haber sido por él.

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