Fabula abeja Bluinse

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   Un día una abeja llamada Bluinse se alejó de su panal para ir a recolectar néctar. Estaba tan concentrada que no se dio cuenta que un moscardón la observaba detrás de unas hojas. El moscardón era muy mentiroso y flojo, le gustaba conseguir comida fácil. Por eso decide hacerle una trampa  a la abeja.

  Mientras la abeja Bluinse recolectaba, se acercó el moscardón y le contó sobre una flor que era muy maravillosa, ya que tenía un néctar nunca antes visto, que con solo un poco iba a tener para todo el año y poder fabricar mucha miel, ella quedó tan sorprendida con la noticia que emprendió vuelo  a su hogar para contarle a las demás abejas sobre la magnífica flor.

   Bluinse cuando llega a su colmena cuenta la noticia y todas las abejas quedaron asombradas, así que deciden ir en busca de tal flor ese mismo día. Pero el moscardón estaba escuchando todo lo que ellas decían, estaba tan contento porque el plan estaba saliendo a la perfección, y murmuraba: - tonta abeja, se creyó todo.

  Las abejas salen en dirección al sur para encontrar dicha flor. En el camino se encuentran con su amiga Dalila, la libélula, quien andaba en busca de un riachuelo. Dalila le pregunta que donde van todas con tanta prisa, a lo cual Bluinse responde que se dirigen al sur en busca de una flor maravillosa. Pero como Dalila a recorrido mucho le dijo que para el sur no había nada, que no podía existir tal flor en aquel lugar ya que era una zona demasiado seca.

   Todas las abejas se devuelven rápido hacia sus hogares, llegaron y no había nada de miel en su panal y la abeja Bluinse se dio cuenta que el moscardón la había engañado.      

Moraleja: nunca hay que confiar en personas desconocida si saber                      cómo son.

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