Franco Su Discurso El 18/07/1936
Enviado por dykama12 • 10 de Diciembre de 2011 • 1.629 Palabras (7 Páginas) • 1.336 Visitas
INTRODUCCIÓN:
Este texto es un discurso radiodifundido en las Canarias. Fue pronunciado por el General Francisco Franco Bahamonde, en las Canarias, el 18 de julio de 1936, al principio del sublevamiento militar contra el gobierno del Frente Popular. Esta fecha del 18 de julio de 1936 remite también al “alzamiento nacional” así que al principio de la Guerra Civil española. Rápidamente, este discurso va a propulsar a Franco a la cabeza de la junta militar, se le nombrará Generalísimo y jefe de Estado.
Para entender la especificidad de esta exhortación, hace falta recordar primero el contexto general.
El 16 de febrero de 1936, la coalición de la izquierda ganó las elecciones en España.
Con la llegada de la izquierda al poder, España sufre una ola de violencia (violencias anticlericales, olas de huelgas, ocupación de tierras por los campesinos, incendios de iglesias, múltiples atentados y asesinatos…) que instaura un clima de anarquía generalizada en el país y provoca la alianza de fuerzas hostiles al nuevo poder.
El asesinato del dirigente monárquico, Calvo Sotelo, el 13 de julio de 1936 fue el detonante de la sublevación militar.
En este documento, el general Franco nos describe una España en ruina, en decadencia por culpa de los comunistas. Para mejorar la situación de esta España, el general Franco se presenta como defensor y salvador de la nación aportando soluciones. Se presenta como él que puede restablecer el orden, él que puede salvar a los españoles de esta espiral infernal.
Por eso, su discurso constituye un verdadero manifiesto político e ideológico en el cual condena la situación caótica en la cual se encuentra España y trata de atraer la simpatía de la mayoría de los españoles.
En un primer tiempo, analizaremos la situación caótica y decadente en la cual se encentra España, luego veremos los argumentos que nos presenta Franco para solucionar el problema y estudiaremos la principales ideas emitidas de su manifiesto político e ideológico.
Primero, este discurso denuncia un caos generalizado. Franco denuncia de manera firme el desorden político y anárquico que reina en España “la anarquía reina en la mayoría de sus campos y pueblos” (§2). El triunfo del Frente Popular provoca una polarización muy importante de la sociedad. En efecto, se produjo una espiral de violencia en los campos y ciudades, con asesinatos, huelgas y enfrentamientos entre las fuerzas hostiles al nuevo poder o sea las monarquitas, los militares, los fascistas, los católicos, los burgueses y los partidarios del Frente Popular.
A través de su discurso, desempeña una situación crítica, caótica y dramática de España.
La acumulación de estos párrafos que enumeran las numerosas dificultades que agobian España contribuye en denunciar el caos que se abate sobre España.
El general inventaria y presenta con todo detalle a los males que afligen a España. Por eso utiliza palabras fuertes, superlativos, hipérboles que pertenecen al campo léxico del caos, para caracterizar la situación alarmante en la que se encuentra España tal como “ruina, desesperación, destrucción, deshonor, persecuciones, cada día que pasa más critica…”.
Denuncia la anarquía que según él, reina en el país con la complicidad de las autoridades de nombramiento gubernativo y pone de relieve la parálisis de la economía provocada por las “huelgas revolucionarias” que causa la ruina del país.
Franco describe la situación de España bajo la Segunda República exagerando los hechos para hacer reaccionar a sus oyentes y juega con el temor que una parte de la población ha guardado de los actos violentos, tal como el recuerdo de los conventos o iglesias incendiados durante el verano de 1931, de la “huelga revolucionaria” que devastó España dos años antes, en 1934.
El general trata presentar argumentos sólidos para legitimar el alzamiento.
En efecto, si la constatación de la revolución es susceptible hacer reaccionar a los destinatarios, el hecho de que este caos sea provocado o fomentado por los que normalmente deberían combatirla constituye un argumento aún más eficaz. Así, la pasividad de las autoridades esta sistemáticamente evocada afin de reforzar la idea de escándalo “autoridades de nombramiento gubernativo presiden cuando no fomentan las revueltas”, “(…) sin que los poderes públicos impongan la paz y la justicia” (§2), “(…) negligencia o complicidad de gobernadores” (§4).
Franco nos da una visión dramática de la España donde incluso las fuerzas del orden público permanecen “acuarteladas”. Sin embargo, se muestra prudente al no echar la culpa en las fuerzas del orden público sino en el Gobierno que les “deshonra”.
Considera que el Gobierno no otorga a las fuerzas militares los valores que merecen.
Nos describe una España donde la República casi no existe porque el tríptico libertad, igualdad, fraternidad no está respetado “ni igualdad ante la ley, ni libertad aherrojada, ni fraternidad” y porque la Constitución tampoco ya no está respetado “la Constitución por todos suspendida y vulnerada”. La Constitución no se respecta también por la “Magistratura” que normalmente
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