Gris de ausencia

Gris de ausencia.

mas! ¡Va a ir a pedir limosna! (Sale violentamente hacia el salón.)

CH– ¡Prefiero pedir limosna y no hacerle de alcahuete a un tano de mierda!

(Chilo se pone a leer el diario. Pausa. El Abuelo toca "Canzoneta ".)

AB– Agarrábamos por Almirante Brown con Don Pascual y nos íbamos a la vuelta de Rocha ¿Te acordas de la vuelta de Rocha, Chilo?

CH– Si, papá, sí...

AB– Y mirábamos el Tíber

CH– El Tíber, no. Eso es acá. El... (Se detiene.) El... (Se va asustando.) ¿Cómo se llama? El... ¡Pero carajo!

AB– El Tíber...

CH– (Furioso.) ¡No... eso es acá! E...el... (Hace un gesto de impaciencia.) ¡Pero!... Frente a la Vuelta de Rocha... del otro lado está Avellaneda... los barcos... Quinquela Martín... ¡Carajo! (Contento.) ¡El arroyuelo!

AB– Claro... el Riachuelo... y después el Castello de Santangelo...

CH– El Riachuelo...                                                                  (El Abuelo se pone a tocar "Canzoneta". Lentamente Chilo se va colocando el poncho que Lucía arrojó al suelo y va hacia el salón del restaurante.)

CH– (Desde la puerta que da al salón, resignado.) Comandante. . . ¿Qué quiere?                                                                                       (Chilo sale hacia el salón. El Abuelo queda solo.)

AB– Juega el anfitrión, don Pascual. Espada y triunfo. Terminamos el partido y después nos vamos a plaza venecia, ¿eh? Agarramos por Almirante Brown... cruzamos Paseo Colón y nos vamos a jugar a las cartas bajo los árboles. Cuando era joven, siempre iba al Parque Lezama. Con mi papá, mi mamá... Mi hermano Angelito... Todos íbamos al Parque Lezama... Y el duque salía al balcón... la plaza llena de gente. Y el general hablaba y nos decía: "Descamisado... del trabajo a casa y de casa al trabajo". Ella era rubia y joven. Y nos decía: "Cuídenlo al general". Y después el Duque preguntaba: "¿Qué quieren? ¿Pan de molde o común?" Y nosotros le gritábamos: " A leña, general, leña general". (Toca acordes de "Canzoneta”.)                                          Pero... después me tomé el barco. El barco se movía y mi hermano Angelito me decía: "A la Argentina vamos a hacer plata... mucha plata... Y después volvemos a Italia". (Ríe.) Así decía mi hermano Angelito, que Dios lo tenga en la Santa Gloria. Una tarde de sol se cayó del andamio.

(Toca y canturrea.) "Canzoneta gris de ausencia, cruel malón de penas viejas escondidas en la sombra del figón... Soñé a Tarento, en mil regresos..." ¿Cuándo vamos a volver a Italia, don Pascual? ¿Cuándo vamos a volver a Italia?

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