HIDROITUANGO

LA OTRA CARA DE HIDROITUANGO

Hidroeléctrica Ituango una gran obra ingenieril, causante de serios impactos sociales y ambientales.

El proyecto Hidroeléctrico Ituango S.A, E.S.P o como comúnmente se le denomina Hidroituango, ha sido planeado desde hace varias décadas, inició con la creación de la Sociedad Promotora de la Hidroeléctrica Pescadero S.A (1998), constituida en ese tiempo por representantes de grandes instituciones como Álvaro Uribe Vélez (Gobernador de Antioquia), Hildebrando Giraldo Parra (Gerente de la Empresa Antioqueña de Energía S.A. E.S.P., EADE), Jorge Saldarriaga González (Gerente del Instituto para el Desarrollo de Antioquia, IDEA), Henry Cardona Giraldo (Presidente de la Junta Asesora de la Cámara Colombiana de la Infraestructura en Antioquia, ACIC), entre otros; y consiste en construir la central de generación de energía eléctrica más grande nunca antes vista en Colombia, sobre uno de los ríos más importantes del país, el río Cauca, específicamente en el norte y occidente de Antioquia, entre los municipios de Briceño, Buriticá, Ituango, Liborina, Peque, Sabanalarga, San Andrés de Cuerquia, Santafé de Antioquia, Toledo, Valdivia y Yarumal; el proyecto es conformado principalmente por lo que hoy es EPM y Chec, e instituciones como la Gobernación de Antioquia y el IDEA, y está a cargo del consorcio CCC Ituango de las empresas Camargo Correa, Conconcreto y Coninsa Ramón H.

No es un secreto que el nuevo proyecto Hidroeléctrico Ituango, que se estima comenzará a funcionar desde el 2018, y que comenzó sus obras en el 2010 con la construcción de las vías de acceso, es un gran avance para el desarrollo de la energía en Antioquia y en todo el país, ya que se espera generar 2.400 megavatios de potencia, que equivalen al 18% de potencial energético en Colombia; además de generar empleos, “se estima, cuando esté en plena operación, se generarán cerca de 7.000 empleos directos y 20.000 indirectos”,[1] y de las regalías que esto traerá para el país, ya que según declaraciones del actual presidente de la república Juan Manuel Santos, se espera vender energía al exterior: “Y ya estamos con la Canciller en negociaciones con Panamá y de ahí para arriba hasta México, e inclusive con Chile, con Ecuador, con Perú, porque también pensamos en darles electricidad y venderles electricidad como un producto de exportación”[2]. En fin, toda una maravilla ingenieril, económica y comercial, pero ¿Qué consecuencias ha traído esto a los habitantes de poblaciones cercanas a esta construcción y cómo afecta esta obra el ambiente donde se desarrolla?

Pese a las garantías e indemnizaciones que se supone darían a las comunidades cercanas a la hidroeléctrica, son muchos los pobladores que no se sienten conformes, “el gran descontento se empezó a sentir, cuando las obras empezaron a avanzar sin que la gente fuera debidamente informada sobre el proyecto, a la fecha muchos no saben qué es una represa, ni mucho menos, en qué le beneficia o impacta”[3]. Solo con ver la falta de información, el destierro por parte de las fuerzas militares, la agudización del conflicto armado en municipios como Ituango, Briceño y Liborina, la pérdida de trabajos “quienes dependen del Río Cauca por la pesca, la agricultura o el barequeo son los que ya han entendido o encarnado los problemas que trae consigo la represa”[4], y que muchas personas quedaron por fuera de un censo socioeconómico que realizó la firma Integral S.A para tener conocimiento de los afectados por las construcciones, además de la falta de consenso para solucionar estas problemáticas, es posible saber el porqué de tal inconformidad. A falta de soluciones las comunidades afectadas se han venido desplazando

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